Trece pacientes del Hospital de Bellvitge están "atrincherados" en sus habitaciones, situadas en las plantas del centro pendientes de cierre, para impedir que la dirección proceda a bloquear las camas, una situación prevista en principio durante la época de verano.
Según han informado fuentes sindicales, hay 7 pacientes "amotinados" en la novena planta, de Neurología; 5 en la tercera planta, de Cirugía Cardíaca, y un joven de 18 años que desde hace quince días está ingresado tras un accidente de moto en la décima planta del hospital, de Traumatología, y que se niega a abandonar su cama.
La dirección del centro ha reconocido que en esas tres plantas hay pacientes que se han negado a abandonar sus habitaciones, aunque ha asegurado desconocer el número de enfermos que han tomado esta decisión. "Son casos puntuales que se producen desde hace unos 20 días, como consecuencia de la acción de los sindicatos", ha asegurado un portavoz de la dirección de Bellvitge.
Los pacientes protestan de esta forma por la intención del centro hospitalario de cerrar plantas en verano, mientras en el servicio de Urgencias, según los sindicatos, hay enfermos a la espera de camas libres para poder ingresar.
"A primera hora de la mañana en Urgencias había 22 enfermos pendientes de ingreso en una planta, todos ellos con más de 24 horas de espera y uno en concreto pendiente de cama desde el 18 de julio", ha comentado el portavoz de la CGT en la junta de personal, Manel de los Riscos, mientras que la dirección del centro ha asegurado desconocer este extremo.
"Aguantaré en mi postura precisamente por el caos que se vive en urgencias, no hay derecho a que la gente tenga que esperar días para conseguir una cama cuando en esta planta todas están vacías", ha señalado hoy Dani Sierra, que es el único paciente ingresado en la décima planta y que ha asegurado que continuar allí "es mi forma de protestar y de actuar para evitar la privatización de la sanidad pública".
Sierra, vecino de Vallirana (Barcelona), que ingresó en el hospital con heridas muy graves en el pie y la rotura de fémur, tibia y peroné, ha denunciado a los periodistas presiones de la dirección del centro para que abandone su postura y acceda a ser trasladado a otra planta y teme que el próximo miércoles día 23, cuando tiene que entrar en quirófano, aprovechen para reubicarlo en otra planta.
Los responsables del hospital han negado cualquier tipo de coacción o amenaza para que éste joven y el resto de pacientes abandonen sus habitaciones y han asegurado que si no quieren dejar sus camas se les atiende normalmente en las plantas en las que están hospitalizados.
El portavoz de la CGT ha lamentado que "las camas que se van quedando libres se van bloqueando, de manera que no se producen nuevos ingresos", y ha destacado que los sindicatos temen que el cierre de plantas previsto para el verano se mantenga indefinidamente.