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El secretario general de Junts, Jordi Turull, consideró este sábado que es “absolutamente indigno” que se acuse a su partido de xenofobia por plantear al Gobierno central la cesión de las competencias en materia de inmigración.

Turull hizo estas manifestaciones ante el Consell Nacional de Junts celebrado este sábado en el Morell (Tarragona), donde puso de relieve la importancia de sus votos para lograr nuevas conquistas en Cataluña y enfrentarse a un Gobierno “agotado y pronto acabado”, en referencia al Ejecutivo catalán, en manos de ERC.

Aunque el Gobierno central ha puntualizado que esas competencias deberán cederse tras la aprobación de una ley orgánica, Turull insistió en la necesidad de que Cataluña tenga una “política integral de inmigración”, frente a la posición de Esquerra que, a su juicio, quiere eludir este debate por cálculos partidistas.

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Insistió en que este asunto será una de las reivindicaciones de Junts “guste a quien guste” y se mostró contrario a ceder a cualquier “chantaje” de aquellos que les critican, a los que lanzó el mensaje de que no se van a dejar “acomplejar”.

No obstante, Turull matizó separando claramente el debate sobre la regulación de la inmigración y las medidas para atajar la reincidencia delictiva de algunos inmigrantes que él mismo vinculó esta semana cuando aportó que fueran las propias autoridades catalanas las que pudieran decidir sobre la expulsión de aquellos extranjeros que hubieran cometido varios delitos.

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En esa línea y tratando de alejarse del mensaje de la ultraderecha, el dirigente independentista insistió en que la multirreincidencia debe combatirse con independencia de que haga “dos semanas u ocho generaciones” que los autores lleven en Cataluña.

Destacó la utilidad de los votos que recibió Junts y su vocación como formación de “Estado” frente a otros que se comportan con “mentalidad de partido”. Las palabras de Turull muestran la rivalidad entre las dos formaciones independentistas que se enfrentarán a unas elecciones autonómicas en 2025.