La UGT dejó de ser un simple sindicato para convertirse en un grupo empresarial capaz de mover 106 millones de euros anuales y gestionar 81 empresas. La mitad de esas sociedades -en concreto,35- están participadas de manera directa por UGT y gestionadas por dirigentes de sus federaciones. Las 46 restantes no tienen participación directa del sindicato, pero están controladas por responsables del mismo.
Además de ese ingente patrimonio tiene dos fundaciones de las que dependen más de 1.600 trabajadores que manejan 54 millones de euros en subvenciones. Las empresas, según publica el diario El Mundo, han conseguido una gran rentabilidad en plena crisis, con facturaciones de 8 millones y medio de euros en un año.
Es el caso de Foro de Formacion y Ediciones. Otra empresa Masercisa, dedicada a la enseñanza, facturó 2,8 millones. El recien dimitido secretario general en Andalucia, Francisco Fernández Sevilla, participa en una inmobiliaria y en una empresa juridicas. Son datos que constan en el Registro Mercantil.
Además según publica El Mundo, la fundación Ifes de UGT ocultó los beneficios de sus filiales para poder justificar despidos con 20 días de indeminización. Al parecer, simuló perdidas para poder aplicar la reforma laboral del PP.
Según esta información, UGT Andalucía no sólo compró los 700 maletines falisficados en China para sus delegados sino que además infló su precio en la factura, pago 30 euros y declaró 115.