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La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, es sumamente crítica con los seis primeros meses del Gobierno del PP, que -a su juicio- ha aplicado medidas muy dañinas para la clase media trabajadora y cuyo presidente, Mariano Rajoy, "ha sembrado vientos y está recogiendo tempestades".

Valenciano hace este balance, en declaraciones a Efe, del primer medio año del Ejecutivo de Rajoy, y su resumen es que se han pasado cuatro meses "sembrando terribles dudas sobre España y sus cuentas públicas y el resultado es que fuera no creen a España".

Según su análisis, Rajoy decidió que la excusa de "la herencia recibida" era "un escudo protector magnífico" con el que justificar todos los ajustes y los recortes, pero ese escudo se ha vuelto contra él en forma de "bumeran".

Y es que, a su entender, cuando un gobernante "se dedica a sacudirlo todo" como disculpa de sus medidas, eso acaba volviéndose contra él y contra el país.

Fuera de España cree que "les importa poco" si la culpa es de Rajoy o de José Luis Rodríguez Zapatero o de Esperanza Aguirre, porque al final "es de España" de lo que se está hablando y el resultado es que ahora "no creen a España".

También señala que Rajoy "está perdido" y su Gobierno "desorientado", y por eso "una mañana es europeísta y esa misma tarde es nacionalista, o en una misma semana lo pinta todo de rosa y luego todo de negro".

"Pega unos bandazos espectaculares", sentencia, convencida de que precisamente en momentos tan difíciles es cuando resulta fundamental "estar orientado y saber dónde estás".

Según su diagnóstico, esa es la razón de que Rajoy esté "desaparecido" y "no comparezca", al contrario que el resto de mandatarios europeos.

En ese escenario enmarca la "número dos" del PSOE el hecho de que hace quince días se tomara la decisión de "rescatar" a la banca española y que aún no se haya explicado.

Incluso, agrega, se ha llegado a una situación "bastante patética" en virtud de la cual para saber lo que pasa en España "hay que leer la prensa extranjera".

Con todo, deja claro que en el PSOE nadie se alegra de ello, porque su opinión es que "hay que hacer una política de país" y limitar la política partidista, justo lo contrario -dice- que hace el PP.

En el PP son "prisioneros de su mayoría absoluta", añade, persuadida de que el partido de gobierno piensa que, por tener mayoría absoluta, va a parecer más débil si habla con los demás, "y no es verdad", porque en política "hay que sumar, y en un momento como éste para España, más".

La "ausencia total de diálogo" del Gobierno con el resto de fuerzas, con los sindicatos, los empresarios o las comunidades tiene que ver, a su juicio, con que "cuando la derecha tiene mayoría absoluta cree que con eso ya está hecho todo".

Una actitud que, según ella, justifica en buena parte "el desgaste vertiginoso" del Ejecutivo y de Rajoy, hasta el punto de que "en muy poco tiempo han perdido muchísimo crédito".

En estos seis meses de Gobierno las medidas adoptadas han sido, para Valenciano, "muy dañinas" para la clase media trabajadora.

Lo resume con un ejemplo muy gráfico de una familia media: les han subido los impuestos, la madre está inmersa en un proceso de reestructuración en su empresa, el abuelo deja de recibir la ayuda por dependencia y tiene que copagar las medicinas, el hijo mayor está en paro, a otro le aumentan "espectacularmente" las tasas de la universidad y al pequeño le quitan la beca de comedor.

"Todo esto le pasa no a una, sino a muchas familias españolas", incide, antes de insistir en que todas las medidas del Ejecutivo son "muy lesivas para amplísimas capas de la ciudadanía", y prácticamente todas se han adoptado por decreto-ley.

Lo peor es que "ni están resolviendo, ni están explicando, ni están obteniendo resultados", se queja Valenciano del Gobierno, al que acusa de tener al Parlamento "completamente adormecido".

En este sentido, se lamenta de que se presenten muy pocas leyes, y de que los ministros comparezcan "poquísimo".

Para el PSOE, lo que el país necesita es "un liderazgo claro, fuerte, sólido, asentado en un proceso de diálogo con todo el mundo y un marco de acuerdo nacional" para defender la posición de país