Víctor de Aldama hacía labores de confidente, según un informe de la Policía Nacional
- El juez del caso Koldo interroga a testigos mientras decide si procede contra Ábalos
- Marlaska premio con ascensos a los mandos policiales testigos del Delcygate
Novedades en el caso Koldo. Un informe de la Policía Nacional asegura que Víctor de Aldama hacía labores de confidente. El diario The Objective publica dicho informe en el que un comisario solicita a la Guardia Civil que entregue una licencia de armas a Aldama porque es "un colaborador de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado".
Además publican que el ministro Marlaska premió con ascensos a todos los mandos policiales involucrados en el 'Delcygate'.
Anticorrupción considera que la trama Koldo tenía que estar avalada por Ábalos
Nuevas citaciones
Hoy están citados nuevos testigos en la Audiencia Nacional, entre ellos el jefe de Presupuestos y Contratación del Ministerio de Transportes en el momento de las adjudicaciones investigadas y el exsecretario general de Correos. Mientras tiene pendiente decidir si pide al Tribunal Supremo que impute al exministro de Transportes José Luis Ábalos.
El magistrado de la Audiencia Nacional Ismael Moreno tiene encima de su mesa dos informes, uno de la Guardia Civil y otro de la Fiscalía Anticorrupción, que plasman sus sospechas de que Ábalos pudo tener un papel relevante en la trama de adjudicaciones presuntamente irregulares de mascarillas y del posible cobro de comisiones en pandemia.
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Anticorrupción, de hecho, le ha pedido que envíe una exposición razonada al Tribunal Supremo -órgano competente para investigarle, dada su condición de diputado- al detectar indicios de organización criminal, tráfico de influencias y cohecho.
El fiscal cree que Ábalos ocupó "un papel principal en el entramado creado" por el empresario Víctor de Aldama para "la consecución de negocios" con la Administración, que intervino en la adjudicación de contratos de mascarillas en pandemia a la empresa Soluciones de Gestión y también en la contratación de por parte de dos empresas públicas, Ineco y Tragsatec, de una mujer con la que tenía una relación personal.
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Sospecha asimismo que recibió contraprestaciones por su supuesta mediación en la adjudicación de dichos contratos de mascarillas, en concreto el "uso y disfrute" de un chalé en La Línea de la Concepción (Cádiz), que pagó De Aldama, y un céntrico piso en Madrid en el que residió dicha mujer.
