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El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, ha rebajado finalmente los requisitos de exigencia académica para acceder a una beca que preveía el borrador del real decreto que regulará las ayudas al estudio a partir del próximo curso, de modo que, finalmente, se exigirá un 5,5 tanto para optar a una beca en el bachillerato como para acceder a la gratuidad de matrícula en la universidad.

En rueda de prensa, Wert ha detallado que en el ámbito de los estudios no universitarios, se pedirá un 5,5 de media en 4 curso de ESO para optar a una ayuda en el Bachillerato, y no un seis como estaba previsto, por la "posibilidad" de que esa exigencia fuera "una contradicción" en la lucha contra el abandono escolar. En años anteriores bastaba con matricularse en Bachillerato para poder pedir una beca.

Este criterio se mantiene al acceder a un FP de grado, ya que el único requisito académico será inscribirse, mientras que se exigirá un 5,5 en el titulo de Bachillerato para optar a una ayuda en el primer curso de FP de ciclo superior. Para poder mantener la beca habrá que superar todas las materias menos una, cuando hasta ahora sólo se exigía promocionar.

En cuanto al ámbito universitario, Wert ha explicado que se ha acometido una suerte de cambio de filosofía en el decreto, que ahora distinguirá entre lo que supone "pagar los estudios frente a pagar por estudiar", estableciendo requisitos distintos para acceder a la mera matrícula gratuita o para optar a una apoyo monetario, aplicando en el primer caso una rebaja de la exigencia académica prevista inicialmente.

Así, se pedirá un 5,5 de nota media en bachillerato y prueba de acceso a la universidad para poder gozar de exención de tasas e matrícula, en lugar del 6,5 que se había planteado inicialmente. Ese cinco y medio es la nota que ya se venía pidiendo desde 2012, cuando Educación, también por Real Decreto, incrementó medio punto la exigencia académica para las becas.

NOTA DE 6,5 PARA LAS AYUDAS ECONÓMICAS DIRECTAS

Por otra parte, para acceder a las ayudas económicas directas que plantea el sistema --dos ayudas fijas de 1.500 euros por baja renta o cambio de residencia y una variable en función del rendimiento y el presupuesto disponible--, el estudiante deberá tener una media en bachillerato y prueba de acceso de al menos un seis y medio.

Según ha explicado, el cambio es fruto de la posición expresada tanto por la conferencia general de política universitaria como por el consejo general de universidades y el de estudiantes del ramo, que pusieron de manifiesto que el sistema "no debe impedir el acceso por razones socioeconómicas" y que "la imposición de requisitos académicos podía tener un componente no equitativo".

Preguntado por las declaraciones del portavoz del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso que esta semana defendía la igualdad de oportunidades en el acceso a los estudios, Wert ha apuntado que, en su opinión, estas "se han malinterpretado o sacado de contexto". "Ayer tuve una larga y afectuosa conversación tanto con Carlos Floriano como con Alfonso Alonso y ambos me hicieron ver que nada más lejos de su intención expresar opiniones divergentes sobre esta cuestión", ha afirmado.

En cuanto a las divergencias expresadas por algunos responsables autonómicos de PP, ha señalado que respeta su parecer y puede "incluso empatizar" con algunas de sus tesis, aunque no afecta al resultado. "Mi criterio y el criterio de nuestro equipo es el que es y no varía por este tipo de declaraciones", ha señalado.

RENDIMIENTO Y RENTA

El ministro ha defendido que "la filosofía siempre ha sido garantizar la equidad en el acceso a la universidad de forma que las condiciones socioeconómicas no supongan un impedimento y, por otro lado, que el esfuerzo que realizan los contribuyentes tenga que tener una corresponsabilidad por parte de sus beneficiarios".

Pese al cambio del 6,5 al 5,5 en el acceso a la universidad, Wert ha seguido defendiendo esta nota de referencia en tanto que los alumnos que acceden a la universidad con una nota inferior tienen una tasa de finalización de estudios en tiempo y forma del 17% y la mitad abandona la carrera, según sus datos.

"Apostamos por el 6,5 y lo mantenemos. Lo que hemos hecho ha sido atender a un argumento razonable", ha apuntado, para incidir en que "el disfrute completo del sistema de ayudas que supone el desembolso económico para que el estudiante acceda a la universidad se sigue manteniendo en el nivel de exigencia que se había planteado".

El ministro, además, ha afirmado que no entra en los planes del ministerio un "endurecer los umbrales para el próximo año" porque, a su juicio, supondría "aproximarse al concepto de la beca de excelencia". No obstante, "eso no significa que no sean susceptibles de un refinamiento", conforme ha indicado.

MAS EXIGENCIA EN CIENCIAS DE LA SALUD Y CIENCIAS SOCIALES

Para mantener estas ayudas se establecen requisitos también distintos en función de las ramas del saber que, básicamente, reproducen las pautadas en el decreto de año pasado, salvo en el caso de las ciencias, donde se pedía aprobar al menos un 80% de los créditos y a partir de ahora bastará con un 65% para tener gratis las tasas. No obstante, para recibir fondos habrá que aprobar el curso entero (con un cinco basta) o un 80% con una media de 6.

Las mayores exigencias se mantienen para las ramas de ciencias de la salud y ciencias sociales, artes y humanidades, donde habrá que aprobar el 80 y el 90 por ciento de los créditos, respectivamente, para pasar de curso con matrícula gratuita. Para acceder a las becas fijas y la variable se requerirá que, si no se aprueba todo (con un cinco bastaría), se supere al menos el mismo porcentaje respectivo con una media de 6,5.

REUNIÓN CON LOS RECTORES

Previamente, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, mantuvo

una reunión en la sede del ministerio a la que han acudido el grupo creado en la Comisión Permanente de la CRUE para trasladar sus propuestas sobre las becas: los rectores de la UNED, José Antonio Gimeno; el rector de la Universidad Autónoma de Madrid, José María Sanz; la Universidad de Sevilla, Antonio Ramírez de Arellano; la Pública de Navarra, Julio Lafuente y la Politécnica de Madrid, Carlos Conde.

Según ha explicado Sanz, aunque los rectores, preocupados por la "equidad" en el acceso a la universidad, defienden la vuelta al cinco como "requerimiento académico razonable", reconocen que recuperarlo implicaría redactar "un decreto completamente nuevo" y aceptan que se mantenga la nota para una beca en el 5,5, siempre y cuando esta misma calificación abra la puerta a cualquier modalidad de ayuda, sea de exención de tasas o monetaria. Sin embargo, conforme ha dicho, el ministerio quiere aplicar el seis y medio "a otras partes de la beca" y alega que "hay un aspecto que lo complica todo y es la fórmula que viene en el Real Decreto" para calcular los importes de las becas, diseñada con ese 6,5 como nota mínima de acceso.

Así, a su petición han contestado que "tienen que hacer algunas simulaciones por temas presupuestarios" para saber hasta qué punto "tienen posibilidades" de tocar esta exigencia académica. "Ahí es donde estamos esperando que nos den resultados y ver hasta donde pueden llegar", ha añadido, tras lamentar que "no ha habido compromiso porque tienen que analizar las simulaciones". "No saben qué responder, si aceptar o no", ha apostillado.

Todo ello ha llevado a los rectores a declararse "insatisfechos" con la reunión ya que, además, conforme ha recordado Sanz, mantener en un 5,5 el requisito para acceder a la exención de tasas universitarias responde a un "compromiso que ya adquirió" el Ministerio de Educación con las comunidades autónomas en la Conferencia de Política Universitaria esta semana y ellos no han conseguido "ir más allá".