El conseller de Empresa y Trabajo, Roger Torrent | Europa Press
(Actualizado

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha fijado nueva fecha para el juicio por presunta desobediencia a los miembros de la Mesa del Parlament que presidía el ahora conseller Roger Torrent. Será los días 26, 27 y 28 de octubre.

Según la diligencia del Letrado de la Administración de Justicia del TSJC, de este lunes, las sesiones serán de mañana y tarde y empezarán a las 10.00 horas.

Iba a celebrarse este 12 de julio

El juicio estaba previsto a partir del martes 12 de julio pero se ha aplazado después de que prosperara la recusación del magistrado y presidente del tribunal, Jesús María Barrientos, que ha quedado apartado de la causa.

El pasado viernes, el tribunal estimó la recusación que presentó el exvicepresidente del Parlament Josep Costa, también encausado, contra Barrientos, argumentando que no era un juez imparcial.

El TSJC aceptó la petición por la reacción de Barrientos durante un acto por la celebración de Sant Raimon de Penyafort en 2018, en el que Torrent denunció "la existencia de presos políticos acusados por delitos inexistentes de rebelión y sedición": el presidente del tribunal, como otras autoridades, se fue de la sala.

Torrent se enfrenta a una posible condena de un año y ocho meses de inhabilitación por desobediencia

Torrent se enfrenta a una petición de condena por parte de la Fiscalía a un año y ocho meses de inhabilitación y a una multa de 30.000 euros por presunta desobediencia cuando presidía la Mesa del Parlament en 2019.

El juez archiva la causa por el espionaje a Torrent, a la espera de más pruebas

El Ministerio Público reclama la misma condena para el exsecretario primero de la Mesa Eusebi Campdepadrós y el exvicepresidente primero Josep Costa, y para la entonces secretaria cuarta de la Cámara, Adriana Delgado, pide 16 meses de inhabilitación y 24.000 euros de multa.

Según la Fiscalía, los miembros independentistas de la Mesa que presidía Torrent tramitaron propuestas de resolución supuestamente a sabiendas de que suponían desoír varios autos y sentencias del Tribunal Constitucional (TC) que anteriormente ya habían anulado resoluciones del Parlament relacionadas con el proceso independentista y el derecho autodeterminación, y otras que reprobaban al Rey.