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La agenda secreta del proces, podría pasar en breve a manos del juez del Supremo Pablo Llarena. En ella reflexiones políticas y reuniones comprometidas al más alto nivel. En las anotaciones, la palabra referéndum y el camino hacia la independencia.

La agenda personal de Josep María Jové, número dos de Junqueras y considerado uno de los artifices del 1 de octubre, es una de las principales pruebas de la hoja de ruta independentista. En sus anotaciones aparecen los nombres de quienes negociaron la convocatoria de un referéndum.

Nombres de ya investigados y otros que aún no lo están, pero que habrían tenido un papel destacado en el procés. Es el caso de la secretaria general de Esquerra, Marta Rovira. En una reunión, en febrero de 2016, habría mostrado sus dudas sobre una consulta ilegal. Junto con Junqueras aseguraba que "un referéndum no pactado no tiene sentido".

Unas dudas que rechaza el exconseller Raül Romeva quien asegura: "la única manera para que desde fuera presionen al Estado sobre el referéndum, es que vayamos hasta el final".

Todo, en una reunión en la que también participa el expresidente de la Generalitat, Artur Mas, y en la que una de las conclusiones fue, según Jové, "no habrá ninguna propuesta española, por tanto unilateralidad".

Una agenda en la que también aparece la exportavoz de la CUP en el Parlament, Anna Grabriel, que habría pedido a los Mossos d'Esquadra que le avisaran si se llegaban a producir detenciones.

Esa documentación, ahora en poder del Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona, podría pasar a manos del juez Pablo Llarena, como parte de la investigación que está llevando a cabo el Tribunal Supremo.