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Los alcaldes y concejales del PSC de más de 350 municipios catalanes han impulsado un manifiesto para avisar de que no se amedrentarán pese a las "amenazas" por el referéndum del 1 de octubre y seguirán defendiendo una Cataluña plural en la que caben todas las ideologías.

El manifiesto ha sido presentado este martes en un Consejo Municipal del partido celebrado en Santa Coloma de Gramenet, en el que ha participado el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez; el primer secretario del PSC, Miquel Iceta; la alcaldesa del municipio, Núria Parlon, y el teniente de alcalde y líder del partido en el Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni.

Bajo el título 'Ante el referéndum ilegal del 1-O', los alcaldes socialistas exponen en el documento que han sufrido presiones, insultos y amenazas por su posicionamiento contrario a un referéndum ilegal: "Ante este clima político y social, estimulado desde diversas formaciones y entidades, ni podemos ni queremos callar, ni mucho menos escondernos".

Por eso han rubricado un manifiesto con cinco ejes básicos en los que exponen su posicionamiento en torno al 1-O y su defensa del diálogo institucional para reformar la Constitución y reconocer la plurinacionalidad de España mediante un "encaje justo y generoso para la nación catalana".

EJES DEL MANIFIESTO

Entre los ejes del manifiesto, los cuadros locales dicen que se niegan a "aceptar que haya una única visión de Cataluña o una única visión de España", sino que seguirán defendiendo la pluralidad y alejándose de los extremos.

"Reivindicamos el derecho a la plena libertad de expresión, sin ningún tipo de intimidación, discriminación o amenaza, venga de donde venga", sentencian, y señalan que el 1-O ha sido impulsado exclusivamente por el Govern, JxSí, la CUP y las entidades soberanistas.

Son estos integrantes del 'bloque independentista', añaden, los únicos que promueven la "desobediencia a las leyes, la justicia y los valores de las democracias europeas y occidentales" a través de un camino extremista y de radicalización por el que pretenden arrastrar al conjunto de Cataluña.

Destacan que se intenta traspasar a los ayuntamientos la responsabilidad del 1-O para "esconder las debilidades políticas y organizativas" de las que adolece la consulta, y aseguran que los independentistas culpabilizan hipócritamente a los consistorios que han optado por cumplir la ley y no ceder sus locales, como es el caso de los consistorios socialistas.

A su juicio, los partidos independentistas están más pendientes de preparar las próximas elecciones autonómicas que de buscar una salida al encaje de Cataluña en el resto de España: "Pretenden atribuirse falsamente la representación única de Cataluña y aspiran a hacer entrar en crisis a todas las instituciones posibles y acallar todos los catalanes".

Según defienden los ediles socialistas, el Govern está "radicalizado, hiperexcitado y a la deriva", y no se rendirán en la defensa de su proyecto político y de la seguridad institucional ante la convocatoria de un referéndum ya suspendido por el Tribunal Constitucional (TC).