Se cumplen 28 años de la expropiación de RUMASA a la familia Ruiz Mateos. En la madrugada del 23 de febrero de 1983, la Policía Nacional precintó las sedes del holding empresarial y se incautó de toda su documentación. Un decreto del recién nacido Gobierno de Felipe González acabó con el mayor conglomerado empresarial de la época.
Según el Gobierno Socialista, Ruiz Mateos no pagaba impuestos, se resistía a las auditorias y sus bancos rehuian la supervisión del Banco de España.
La RUMASA de 1983 era un holding de 650 empresas, entre ellas 18 bancos y 65.000 empleados. Facturaba 2.000 millones de euros pero tenía un agujero patrimonial de 111.000 millones de las extintas pesetas. 667 millones de euros.
Después de estar huido, ya en España, Ruiz Mateos dio comienzo a dos actividades paralelas. La creación de una nueva rumasa y una excéntrica y activa vida pública. Sus apariciones en los juzgados durante estos años han sido de la más varipinto: vestido de preso, de superman...
Llegó incluso ha obtener su pequeña venganza personal en el famoso incidente con Miguel Boyer en 1989 cuando agredió al ex-ministro al grito de "que te pego, leche".
La justicia acabó absolviéndole de estafa y falsedad documental, restando argumentos a la expropiación del grupo, aunque el Tribunal Constitucional la avaló hasta en cinco ocasiones.
Mientras, la nueva RUMASA, fundada en 1989, ha llegado a contar con más de 100 empresas y 10.000 empleados y una facturación reconocida de 1.400 millones de euros. La deuda bancaria asciende a 700 millones de euros y ha forzado el preconcurso en 10 de sus empresas.