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Los dirigentes territoriales del PSOE han salido en tromba este sábado a culpar de la situación de Bankia a los "gestores del PP" y a la "ocupación" de las antiguas cajas valencianas y madrileña por parte de los 'populares' y han evitado cargar las tintas contra el gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez.

El único que ha esbozado una crítica contra el supervisor ha sido el alcalde de Toledo y secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. "El policía puede ser un inútil, que puede serlo, lo ha demostrado probablemente también antes, pero eso no evita quién es el delincuente", ha declarado a su llegada al Consejo Territorial del PSOE que se celebra en la sede federal del partido.

El mismo símil ha utilizado el presidente andaluz, José Antonio Griñán, para quien culpar al Banco de España sería como "echar la culpa al policía cuando se comete un delito". Para Griñán, el culpable de un "fracaso" es "quien ha fracasado" y "cuando un equipo pierde la culpa no es del árbitro".

Por su parte, el vicepresidente del Gobierno navarro y líder del PSN, Roberto Jiménez, ve "preocupante" que los 'populares' traten de culpar "a otras personas que poco han tenido que ver" y tiene claro que si la reforma financiera es necesaria es a causa de cajas que "han estado absolutamente vinculadas al PP políticamente".

"Quienes han sido ideológicamente los responsables de esta crisis también son los responsables de que el sistema financiero esté así", ha declarado Jiménez, para quien el PP "ha demostrado ser un pésimo gestor en las entidades financieras y está demostrando también ser un pésimo gestor de las actuales situaciones económicas".

El navarro ha pedido que no se "confundan los papeles", porque "quien lo ha hecho mal es el PP", desde hace 20 años en Caja Madrid, con Miguel Blesa y Rodrigo Rato, y con Bancaja en la Comunidad Valenciana. "El gestor es el gestor", ha remachado.

GOMEZ Y PUIG, CONTRA UNA SOLUCION "TRANSITORIA"

El madrileño Tomás Gómez ha extendido la culpa a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, al exalcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, y al exconsejero y hoy secretario de Estado Antonio Beteta, que autorizó la fusión de Caja Madrid y Bancaja.

Gómez ha aprovechado para adelantar que pedirá al PSOE que no apoye la reforma financiera recién aprobada por el Ejecutivo y para reclamar que el Estado no salga de Bankia y lo convierta en banca pública.

No ha llegado tan lejos el valenciano Ximo Puig, pero sí ha pedido que la nueva Bankia nacionalizada "sirva al menos para ayudar a salir de la crisis" y que no sea "simplemente una solución transitoria para tapar los agujeros enormes del ladrillazo" provocado precisamente por Rato cuando fue vicepresidente económico entre 1996 y 2004.

Para Puig, la culpa de la situación de Bankia es de su "ocupación" por parte del PP que, a raíz del cambio de la Ley de Cajas de 1997 ha llevado a que la comunidad se haya quedado sin cajas ni bancos que apoyen su tejido productivo y sin una obra social que antes ascendía a 100 millones de euros al año.

Por eso, ha pedido responsabilidades al Gobierno regional y a su presidente, Alberto Fabra: "No ha dicho nada y eso es intolerable en un país democrático", ha añadido. Y además, ha advertido de que sería "intolerable" que los directivos salientes se marchen con indemnizaciones.

Más prudente ha sido el extremeño Guillermo Fernández Vara, que ha pedido centrar los esfuerzos en "resucitar el cadáver" más que en buscar culpables y ha advertido de que los ciudadanos empiezan a estar hartos de esa situación.

También están hartos, ha apuntado, de tantos "amagos" de reforma financiera y de que "probablemente" hasta ahora no se haya contado todo sobre la situación del sistema financiero. Para Fernández Vara, lo importante es que empiece a fluir el crédito porque sólo así se resolverá la crisis: "Mientras eso sea así nos estamos engañando y estamos engañando a la gente que es peor".

VARA: "NO SOMOS UN PARTIDO PARA TIRARNOS AL MONTE"

Sobre si el PSOE debe apoyar la reforma financiera, ha dejado claro que tendrán que analizar "si es posible", en función de lo que el Gobierno esté dispuesto a negociar, pero ha opinado que los socialistas deben "estar a la altura". "Nosotros nos somos un partido para tirarnos al monte, somos un partido de gobierno, gobernemos o no", ha afirmado.

Frente al rechazo frontal de Tomás Gómez, no sólo Fernández Vara, sino también José Antonio Griñán y Emiliano García-Page se han mostrado dispuestos a negociar la reforma. García-Page, incluso, cree que el PSOE debe apoyarla "aunque el PP no lo merezca o no haga muchos esfuerzos para llegar a consensos".

Por su parte, el gallego Pachi Vázquez ha advertido de que la reforma financiera pone "en más dificultades" a Novagalicia Banco y ha emplazado tanto al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como al presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, a presentar un proyecto y una salida para el sistema financiero gallego.

Según Vázquez, los gallegos deben saber que "Novagalica está nacionalizada, mucho más que Bankia" y que "no tiene salidas fáciles" y que Feijóo está "engañando a los gallegos" al no presentar un plan que dé salida a la entidad y que permita que vuelva a fluir el crédito.