Los relevos que decidió anoche la gestora del PSOE de más de media docena de diputados 'sanchistas' de puestos de responsabilidad en el Congreso y el Senado ha profundizado la división interna del partido, mes y medio después de la dimisión de Pedro Sánchez como secretario general. Algunas de las parlamentarias afectadas han expresado indignación por lo que consideran un castigo injusto, mientras que la presidenta andaluza, Susana Díaz, ha defendido que la gestora está "actuando con responsabilidad y mucha cabeza en un momento muy complicado".
Entre las damnificadas, la asturiana Adriana Lastra ha acusado a la gestora de haber "penalizado su posición política", al relevarla de la portavocía de Administraciones Públicas, y ha apuntado que su suerte ha ido unida a la también asturiana María Luisa Carcedo, que como ella permaneció en la ejecutiva de Sánchez hasta el final y ha sido apartada de la dirección del grupo del Senado.
"Javier Fernández siempre dice que en política lo que parece es, y lo que parece es que hay una especie de revancha contra diputados por defender un planteamiento político", ha denunciado Lastra en RNE, donde además ha advertido: "si alguien piensa que la vamos a cambiar por tener mayores o menores responsabilidades, no nos conocen en absoluto".
También la diputada por Orense e inspectora de Trabajo Rocío de Frutos se ha mostrado "indignada" y "triste" con su relevo como portavoz adjunta de Empleo, del que asegura, como el resto, que se ha enterado por la prensa.
De Frutos, que ha reivindicado su labor parlamentaria, ha avisado de que está "a la expectativa" de que su sustitución no suponga que "limiten su trabajo", ya que "si no, tendría que adoptar otras medidas casi por acoso laboral".
También apartada por la dirección interina de partido, la palentina María Luz Martínez Seijo, que al igual que De Frutos rompió la disciplina de grupo votando en contra de la investidura de Rajoy, ha acusado a la comisión que preside Javier Fernández de infligirles un "castigo" y de estarse "extralimitando" en sus funciones.
Otras parlamentarios 'sanchistas' apartados de sus puestos son Susana Sumelzo, Zaida Cantera, Sofía Hernanz y el exportavoz del PSOE en el Senado, Óscar López, miembro del PSOE de Castilla y León, que ha sido sustituido como portavoz de Educación por el andaluz Francisco Menacho.
Desde el PSOE de Baleares, su portavoz, Francesc Miralles, ha considerado "una grave injusticia" la sanción de la gestora a sus dos diputados, Sofía Hernanz y Pere Joan Pons, por "votar en conciencia", lo que a su juicio supone la "marginación" de "todo un territorio".
La propia presidenta balear, Francina Armengol, ha criticado la decisión de la gestora: "unir significa tener la capacidad de integrar en un equipo a quienes tienen criterios diferentes", señala en Twitter, mientras que el también sanchista Luis Tudanca, secretario general de Castilla y León escribe : "En el PSOE nunca se castigaba al que pensaba diferente y siempre ha existido pluralidad. La gestora debe limitarse a convocar Congreso".
Del lado de la gestora se ha pronunciado, además de Susana Díaz, el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, que se ha mostrado convencido de que el asunto de la reorganización del grupo socialista es "irrelevante" para la ciudadanía.
Por su parte, el valenciano Ximo Puig se ha limitado a señalar que, hasta que haya un "congreso democrático" del PSOE, en el que se elegirá a una nueva dirección, es la gestora la que tiene que conducir el partido.
Entretanto, el líder del PSC, Miquel Iceta, ha sostenido que el PSOE "sale perdiendo" al apartar a Meritxell Batet de la dirección del grupo en el Congreso, algo que espera que sea "temporal" y que suponga el "punto final del episodio" de las sanciones, a fin de poder recuperar una relación "más sensata" entre ambas formaciones.
Tras reconocer que la medida contra Batet "de entrada no le gusta", Iceta ha celebrado que diputados del PSC en comisiones mantengan sus responsabilidades y ha apostado a que la crisis entre PSOE y PSC "acabará bien", porque, para "coser", ambas partes tienen "aguja, hilo y ganas".
El catalán, que ha desvelado en una conferencia que hace "un par o tres de días" conversó con Pedro Sánchez, se ha desmarcado de éste al afirmar que él, como líder del PSC, "va con su propio coche" -en alusión a la gira por carretera del exsecretario general-, porque "ni el primer secretario ni el PSC como partido es pieza en la batalla de otros" para liderar el PSOE.
A pesar del panorama interno, el diputado Eduardo Madina, perdedor de las primarias de 2014 frente a Pedro Sánchez, ha defendido que si los socialistas son capaces esta vez de "resolver bien" su congreso, pueden ganar las próximas elecciones, incluso pactar con Unidos Podemos, pero "desde una posición de fuerza, no subalterna".