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El "no" a la independencia ganaría por un punto al "sí" (47,8 % frente a 46,7 %), según el último barómetro del Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat, que pronostica que Junts pel Sí (JxS) volvería a vencer en las elecciones catalanas y la CUP experimentaría un notable ascenso.

El sondeo fue elaborado a partir de 2.000 entrevistas entre el 5 y el 27 de octubre, con anterioridad pues al debate de investidura de esta semana, en el que por dos veces la CUP ha evitado con su voto negativo la proclamación de Artur Mas como presidente de la Generalitat.

Los resultados del CEO arrojan una mínima ventaja a favor del "no" a la independencia, por lo que las cifras se igualan, ya que el anterior barómetro situaba a los contrarios en el 50 %, mientras que los favorables eran un 42,9 %.

Preguntados por los diferentes modelos de Estado, un 41,1% cree que Cataluña debe ser independiente, un 22,2% de catalanes apuestan por un Estado dentro de una España federal y un 27,4% avalan que continúe siendo una comunidad autónoma.

LA CUP CRECE SIGNIFICATIVAMENTE, JUNTS PEL SI DECRECE

Después de situarse como primera fuerza en las elecciones del pasado 27 de septiembre con 62 diputados, JxS conseguiría ahora, según el CEO, entre 61 y 63 escaños, aún sin alcanzar pues la mayoría absoluta (68).

Quien sí crecería significativamente sería la CUP, que pasaría de sexta a tercera fuerza en el Parlament, al escalar de sus actuales 10 diputados a una horquilla de entre 14 y 16, por lo que la mayoría independentista en la cámara catalana podría pasar de 72 a un máximo de 79 escaños.

"En esos momentos nos salió como el partido que está recogiendo más simpatía, más intención de voto y, una cosa paradójica, más recuerdo de voto. Nos hace pensar que es un partido de moda en el mes de octubre, el que está conectando con mas gente", ha señalado el director del CEO, Jordi Argelaguet.

Ciutadans, ahora con 25 diputados, se asentaría como primera fuerza de la oposición (24-26), mientras que los 16 del PSC se quedarían en 14-15, los 11 de Catalunya Sí que es Pot se mantendrían estables (10-12) y el PPC, ahora con 11 escaños, se convertiría en el último grupo del Parlament (8-10).

LOS DE CUP LOS MAS VALORADOS

En la valoración de líderes, la sorpresa la dan Anna Gabriel y Antonio Baños, los dos cabezas visibles de la CUP en el nuevo Parlament, que se convierten en los mejor valorados, mientras Artur Mas suspende.

De hecho, sólo tres políticos de los doce políticos que aparecen en el barómetro obtienen un aprobado: Gabriel (5,82), Baños (5,60) y el presidente de ERC, Oriol Junqueras, con un 5,38.

En concreto, Gabriel es puntuada con un 5,93 por los votantes de Junts pel Sí, que otorgan un 6 a Baños, mientras que el electorado de la CUP suspende a Mas con un 4,21 y pone un 6,05 a Junqueras.

Gabriel, no obstante, es la dirigente menos conocida, ya que un 74,8% de los encuestados no saben quién es, por encima del 50,9% en el caso de Baños y a mucha distancia de Junqueras (9,4%), que es por detrás de Mas el líder con mayor notoriedad.

Mas obtiene una valoración media de 4,22, por debajo de los dos máximos representantes de Catalunya Sí que es Pot en el Parlament, Lluís Rabell (4,40) y Joan Coscubiela (4,62), que son después de Gabriel los menos conocidos.

Tampoco llegan al aprobado los socialistas Miquel Iceta (4,13) y Carme Chacón (3,12), los dirigentes más mediáticos de Ciudadanos, Albert Rivera (3,77) e Inés Arrimadas (3,14) y los populares Xavier García Albiol (2,06) y Jorge Fernández Díaz (1,88).

El barómetro del CEO también detecta que un 52,4% de los encuestados confían poco o nada en los políticos catalanes, mientras que el grado de desconfianza hacia los políticos españoles se eleva hasta el 83,8%.

EL GOVERN SUSPENDE

Un 52,1% considera mala o muy mala la gestión del gobierno de la Generalitat, mientras que el grado de percepción negativa hacia la labor del Gobierno central alcanza el 83,6%.

Sobre la posibilidad de que el Gobierno central acabe ofreciendo un acuerdo que sea "aceptable" para la mayoría del Parlamento de Cataluña, los catalanes son poco optimistas: un 33% lo ve poco probable y un 31,3% nada probable, mientras que un 17,7% lo considera bastante probable y un 8,1%, muy probable.