El juez comunica su procesamiento a Turull, Forcadell y Bassa

  • Turull reprocha a Llarena que le haya "convertido en un preso político" y Forcadell se queja de la vulneración de sus derechos

El juez Llarena ha comunicado a Jordi Turull, Carme Forcadell y Dolors Bassa sus autos de procesamiento por rebelión. Especialmente crítico con el magistrado se ha mostrado el que fuera candidato a la investidura, Turull que le ha pedido que haga justicia, y no política.

REPROCHES DE TURULL

El exconseller y excandidato a president Jordi Turull ha reprochado hoy al juez del caso del "procès" en el Supremo, Pablo Llarena, que le haya "convertido en un preso político" y, además, le ha recordado que el Supremo no puede "decir quién debe ser candidato a presidir la Generalitat".

Jordi Turull, Carme Forcadell y Dolors Bassa han continuado, con mayor dureza por parte de Turull, la línea de reproches al juez instructor de la causa que ya iniciaron el lunes Jordi Sànchez, Oriol Junqueras y Jordi Cuixart y continuaron ayer Joaquim Forn, Raúl Romeva y Josep Rull, los otros imputados que han conocido en sucesivas citaciones celebradas esta semana sus autos de procesamiento.

Todos ellos han pedido al juez que rectifique y revise sus decisiones, empezando por la prisión preventiva, y han lanzado, en unos u otros términos, reproches centrados en vulneración de sus derechos, falta de imparcialidad y contaminación política por parte del alto tribunal.

El ex conseller ha mostrado hoy al juez su voluntad de cooperar con la Justicia, pero también ha sido muy contundente en su defensa. "Dejen de meter la Justicia en la política" y "es usted quien me ha convertido en preso político", le ha espetado en respuesta al auto de procesamiento en el que se le imputan delitos de rebelión y otros, con el cual se ha mostrado en desacuerdo.

BASSA DICE QUE NO HAY RIESGO DE FUGA

Las comparecencias de hoy se han iniciado hacia las 10:30h con Bassa, quien ha permanecido ante el juez unos 15 minutos -mientras que Turull ha estado unos 45 minutos-.

Ella ha señalado que esperaba que la jornada del referéndum se desarrollara como la del 9 de noviembre de 2014. "La violencia la produjo, el 1 de octubre, la intervención de la Policía y la Guardia Civil", ha señalado, para después considerar injustificada esa violencia que, ha dicho, "nadie esperaba". Bassa le ha dado al juez argumentos para desestimar el riesgo de fuga (siempre ha comparecido cuando se le ha pedido) y la reiteración delictiva (ya no está ya en política).

FORCADELL SE QUEJA DE LA VULNERACIÓN DE SUS DERECHOS

Por su lado, Carme Forcadell, expresidenta del Parlament, ha compareciendo ante el magistrado durante una media hora, a lo largo de la cual se ha quejado de vulneraciones de sus derechos a la libertad ideológica y al juez predeterminado por la ley (es decir, ha puesto en duda que el Supremo sea el tribunal competente para este caso). Se ha opuesto a la prisión, dictada después de que haya cumplido todas las medidas impuestas por el instructor, lo que junto al hecho de que se estén recopilando pruebas contra ella en otros sumarios le genera, ha dicho, indefensión.

Forcadell ha insistido en que nunca ha instigado la violencia y ha defendido la capacidad de hacer política del Parlament. Además, ha asumido que firmó, como otros grupos, la hoja de ruta independentista, pero ha añadido que nunca se cumplió, de modo que no le dio más relevancia.

Los tres comparecientes de hoy están en prisión preventiva, al igual que los otros seis líderes políticos independentistas que han comparecido esta semana. Llarena, que no ha contestado a las quejas (mas allá de asumir que, como se le han presentado recursos de reforma contra sus decisiones, las revisará concienzudamente) ha cerrado hoy, con los tres dirigentes independentistas citados, la ronda de comparecencias que ordenó para esta semana.

En días próximos conocerán sus autos de procesamiento otros procesados en la causa: ha citado, con ese fin, para los días 7 y 8 de mayo a cinco miembros de la Mesa del Parlament, a Mireia Boya (CUP) y a los exconsellers Meritxell Borrás, Carles Mundó y Santiago Vila.