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Conversaciones interceptadas a presos etarras en los últimos días han revelado las trampas, imposiciones de la banda y las discrepancias en torno a la huelga de hambre a la que se han adherido ya 273 reclusos de ETA para reclamar la excarcelación de Jesús María Uribetxebarria Bolinaga.

Según publica hoy ABC, la mayoría de estos presos se apuntaron a la "farsa" de esta huelga sabiendo que el ayuno duraría poco tiempo, ya que como decía a un amigo un preso en un centro penitenciario de Sevilla "esta huelga va a durar muy poco, porque o lo sueltan (a Uribetxeberria, que se encuentra gravemente enfermo) o la palma".

El líder de Batasuna Arnaldo Otegi, que también anunció que se unía a esta protesta, hablando con un amigo que le visitó en prisión, advertía de que "la huelga es imparable" y añadía que "la putada es que se lo tomen (en el Gobierno) como un pulso" porque "lo tenían fácil. Lo sueltan mañana y ya está".

Otra de las conversaciones que demuestran las imposiciones de la banda es la que mantiene una madre con su hija presa a la que le indica: "me han dicho que tienes que hacer un día de huelga. Ya te dirán cuando es".

Los 273 son el número de reclusos que hasta el martes a la hora de cenar se habían declarado en huelga de hambre, aunque 43 se dieron de baja. Desde Prisiones advierten de que la cifra total de presos etarras en huelga de hambre fluctúa constantemente y destacan que algunos reclusos, pese a haber declarado su adhesión a la protesta, se limitan a dejar de ir al comedor para luego comer en sus celdas los alimentos que compran en el economato.

En otros casos, los terroristas utilizan la excusa de que han rellenado en euskera su formulario, en el que sólo consta que hacen huelga del patio, con lo que esos reclusos se limitan a quedarse un día en sus celdas.