Este domingo se cumplen dos años de la declaración de cese de la violencia de ETA, un hito de que inauguró un proceso de cierre definitivo de décadas de terrorismo que, pese al tiempo transcurrido, se sitúa en un "punto muerto" por la ausencia de avances significativos.
Pasados dos años desde que ETA declarase el alto el fuego definitivo, la organización terrorista no ha desmantelado sus estructuras ni entregado sus armas, como le demanda todo el espectro político excepto la izquierda abertzale que, no obstante, también vería con buenos ojos un gesto de la banda en ese sentido.
En estos dos años desde que la organización terrorista anunció el cese definitivo de su actividad armada el Gobierno se ha mantenido firme en su postura de no negociar con ETA, pese a sus requerimientos de tratar sobre los aspectos "técnicos" del desarme.
Los mediadores y verificadores internacionales de este proceso tampoco han conseguido que se produzcan gestos por parte de ETA o del Gobierno para evitar el enquistamiento del proceso.
La política penitenciaria se mantiene igualmente sin cambios y no se facilitan reinserciones individuales de presos de ETA salvo que se separen de la banda y se arrepientan.
Entre tanto, han continuado las detenciones de personas acusadas de estar vinculadas a la organización y son ya 67 los miembros o colaboradores de ETA detenidos desde hace dos años.
Uno de los arrestos más destacados fue el de Izaskun Lesaka, considerada uno de los tres jefes de ETA, responsable de los depósitos de armas y exclusivos, que fue detenida en Francia hace un año.
Sin embargo, el golpe policial contra Herrira, la red de apoyo a los presos de ETA, ha sido la que más rechazo ha generado entre los partidos nacionalistas y en el propio Gobierno Vasco, cuyo lehendakari, Iñigo Urkullu, lo calificó de "nuevo obstáculo" hacia la paz.
Sin embargo, la presión hacia ETA y su entorno que ha mantenido el Gobierno español durante años podría verse trastocada con la resolución que dictará este lunes el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo sobre la llamada doctrina Parot.
Dicha sentencia podría conllevar la liberación de muchos presos si establece que los beneficios penitenciarios se apliquen al máximo autorizado de estancia en prisión en lugar de a la suma total de años de condena de cada recluso.
Pero al "impasse" en materia de desarme y política penitenciaria se suma la falta de avances en el terreno político.
Hace un año la izquierda abertzale agrupada en la coalición EH Bildu logró volver al Parlamento Vasco tras una legislatura de ausencia debido a su ilegalización, y lo hizo además convirtiéndose en la segunda fuerza política por detrás del PNV.
Sin embargo, aún no ha hecho un pronunciamiento claro para reconocer el daño causado por la violencia, exigir la desaparición de ETA y respetar la dignidad de las víctimas, como le exigen el resto de los partidos.
Este hecho ha llevado al PSE, al PP y a UPyD a descolgarse de la Ponencia de Paz del Parlamento Vasco, que ha quedado en punto muerto, únicamente integrada por PNV y EH Bildu.
La formación abertzale sí ha manifestado que vería con buenos ojos un gesto de desarme de ETA y ha reiterado en numerosas ocasiones que ahora rechaza la violencia como instrumento político, pero no acaba de admitir la ilegitimidad del uso de estos métodos en el pasado.
La desconfianza hacia esta postura de Bildu y algunas sus actitudes durante este verano, que partidos como el PP califican de "involución", no facilitan el deseo del Gobierno Vasco de consensuar entre todos un Plan de Convivencia que permita asentar la paz en Euskadi y pasar página a décadas de terror y sufrimiento.
El lehendakari, Iñigo Urkullu, se ha mostrado hoy convencido de que a pesar de la "situación de bloqueo" que vive el proceso de paz, "no hay riesgo de vuelta atrás" en la decisión de ETA de abandonar la violencia, si bien ha emplazado a la banda terrorista a decretar ya el desarme.
Urkullu ha reclamado a ETA este paso en una rueda de prensa ofrecida en la sede del PNV en Bilbao junto con el presidente de este partido, Andoni Ortuzar, para hacer balance del primer año desde la victoria en las elecciones autonómicas.
El lehendakari ha subrayado que Euskadi vive "un tiempo de ausencia de violencia en todas sus expresiones" y que en tal escenario, al cumplirse ya dos años del cese de la actividad terrorista de ETA, "no hay riesgo de vuelta a atrás, pese a vivir en una situación de bloqueo".
El secretario general del PSE, Patxi López, ha afirmado que tras el cese definitivo de la violencia de ETA, "ahora hay que hacer que ETA desaparezca de nuestras vidas, consolidar la convivencia", una convivencia que "se base en memoria, dignidad y justicia" y que "reconozca nuestra pluralidad y diversidad".
Así lo ha manifestado López durante su intervención en el acto central del Día de la Rosa del PSN, que los socialistas navarros celebran este sábado en la localidad de Azagra.
En su discurso, el secretario general del PSE ha recordado que este domingo, 20 de octubre, se cumplen dos años del anuncio del cese definitivo de la violencia de ETA, algo que, según López, no fue "un regalo", sino que fue "conquistado" por la democracia, "con políticas de resistencia, de una sociedad que no estuvo dispuesta a ningún chantaje de los terroristas".