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Se cumplen dos años del anuncio del alto el fuego permanente de ETA, un periodo en el que la banda terrorista ha ido perdiendo protagonismo y pasado a un segundo plano en la escena política y en las preocupaciones de los ciudadanos, convencidos de que el fin de la violencia es ya irreversible.

Tanto es así, que en el último barómetro que ha hecho público el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), pulsómetro de la preocupación de los ciudadanos, el terrorismo apenas es citado por el 0,2 por ciento de los encuestados, el índice más bajo desde 1985, cuando en otras épocas de la historia democrática llegó a encabezar la lista de los principales problemas.

El eurodiputado y portavoz del Partido Popular en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja, ha señalado que la vanguardia de la ruptura nacionalista se encuentra ahora en Cataluña, "porque el sueño de ETA de vencer al PNV en las pasadas elecciones autonómicas no se hizo realidad".