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La primera jornada de huelga de los trabajadores de Iberia deja cinco personas detenidas acusadas de amenazas, resistencia, desobediencia y atentado a agente de la autoridad, según fuentes policiales.

Los 20.000 trabajadores de Iberia secundan desde hoy una huelga de quince días en tres ciclos de cinco jornadas seguidas cada uno en protesta por el plan de reestructuración de la compañía que incluye 3.807 despidos, un 19 % de la plantilla.

Coincidiendo con la primera jornada de paros, que ha obligado a cancelar 236 vuelos, de los que 81 corresponden a Iberia y el resto a sus filiales Iberia Express, Air Nostrum y Vueling, a las que presta los servicios de asistencia en tierra (handling), los sindicatos de tierra y vuelo habían convocado a los trabajadores a concentrarse este mediodía en los aeropuertos.

Finalmente, se concentraron 8.000 trabajadores, pero lo que iba a ser una manifestación en el exterior de la T4 se convirtió en una toma del interior, tras lograr "romper" el cordón policial, y durante tres horas hubo algunos enfrentamientos verbales y varios zarandeos con los más de 300 efectivos de la unidad de intervención policial desplegados, incidentes en los que ha resultado herida una persona y se han hecho cinco detenciones.

La Policía había bloqueado el acceso al interior de la terminal con un amplio dispositivo de furgones y cinco agentes por puerta, sin embargo la tensión entre los manifestantes, que portaban pancartas y proliferaban gritos como 'Vamos a entrar', 'Manos arriba esto es un atraco', ha ido en aumento y los manifestantes han intentado acceder al interior.

En este momento, los agentes de las Fuerzas de Seguridad han procedido a cargar ante los empujones de centenares de manifestantes que buscaban extender al interior del aeropuerto sus protestas.

De esta forma, centenares de manifestantes han logrado acceder al interior al grito de 'Iberia no se vende, se defiende' o 'Sí se puede, yo soy español, español' y lograban 'romper' el cordón policial.

En medio de empujones y cargas policiales han podido verse incluso enfrentamientos entre algunos usuarios y personal que se encontraba trabajando en el aeropuerto, hasta el punto de que algunos viajeros han tenido que enseñar sus billetes para poder acceder a determinados pasillos en el aeropuerto de Barajas.

Algunos de los manifestantes se han subido a los mostradores de facturación con pancartas en las que podía leerse 'Iberia siempre española', mientras el resto protagonizaba una sentada multitudinaria en el interior de la terminal, ante el requerimiento de los agentes del orden para que se levantaran. Ante el aumento de la tensión entre los manifestantes la Policía ha solicitado refuerzos.

Por su parte, Iberia insiste en que los 15 días de huelga empeorarán la situación de la compañía, por lo que llamó a los colectivos a que procedan a la desconvocatoria de los paros.

La aerolínea, que ha señalado este lunes que la primera jornada "transcurre con total normalidad", ha puesto en marcha un plan de contingencia para atender a los usuarios durante las 15 jornadas de huelga y ha flexibilizado las tarifas para facilitar el cambio o reembolso de los billetes.

De igual forma, ha alcanzado acuerdos de protección de clientes con otras aerolíneas para poder disponer de más alternativas.

La ministra de Fomento, Ana Pastor, ha afirmado hoy que los servicios mínimos fijados para la huelga de Iberia se están cumpliendo, pero ha pedido a los trabajadores y a la dirección de la aerolínea que lleguen a un acuerdo "lo antes posible".

Pastor ha hecho estas declaraciones antes de asistir junto con la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, a la puesta en servicio de la Variante de Ossa de Montiel, en Albacete, al ser preguntada por la primera jornada de la huelga de Iberia contra el plan de reestructuración de la aerolínea.

La ministra ha subrayado que los trabajadores y la empresa "tienen que llegar a un acuerdo", aunque "no convenza a ninguna de las dos partes", pues la situación actual "está repercutiendo en molestias para los ciudadanos" y en un daño a la economía española.

"Les pido que lleguen a un acuerdo lo antes posible, porque nuestro país está viviendo una crisis económica y cualquier medida que altere de forma importante la comunicación de las personas está afectando a la economía y a todos los españoles".

La ministra ha indicado que el Gobierno ha fijado unos servicios mínimos suficientes para que no se produzcan incidencias significativas y ha añadido que, de momento, "se están cumpliendo con bastante normalidad".