Mas pide ayuda discreta a los empresarios para no entorpecer su camino soberanista
"No hay que significarse demasiado, simplemente hace falta no ir en contra"
Asegura que la ola soberanista responde "a un cambio sociológico en profundidad"
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha pedido hoy al empresariado catalán ayuda discreta para que, al menos, no entorpezca el proceso soberanista que piensa liderar en la próxima legislatura si sale vencedor de los comicios del 25N. En una conferencia en Barcelona Tribuna, foro organizado por la Sociedad Económica Barcelonesa de Amigos del País, la Asociación Española de Directivos y La Vanguardia, Mas ha apelado al "mundo económico y empresarial" a "hacer piña" con una parte mayoritaria de la sociedad catalana en favor de un Estado propio para Cataluña.
"No hay que significarse demasiado, simplemente hace falta no ir en contra, hacer entender en todas partes que el país está cambiando y que tiene derecho a ser escuchado, respetado y ayudado. Y hacer entender eso también a nivel privado. Me consta que mucha gente ya lo está haciendo", ha comentado.
Mas ha asegurado a su auditorio que, si Cataluña consigue dotarse de los mismos instrumentos de Estado de los que dispone cualquiera de los países miembros de la Unión Europea, le espera "un futuro mejor que ahora", siempre dentro del marco de la UE y del euro.
Ante más de 300 empresarios y otros representantes de la sociedad civil catalana, Mas ha remarcado que aspirar a un Estado propio no es "para salir corriendo, ni para presentarnos como una pandilla de gente que ha perdido el juicio ('seny') y se ha instalado en la locura", sino que entra "dentro de la más absoluta normalidad".
NO ES UN CALENTÓN
Mas se ha mostrado convencido de que esta ola soberanista responde "no a un calentón de verano ni a una moda pasajera, sino a un cambio sociológico en profundidad", que afecta "de manera muy transversal a gente de todo tipo de origen, habla y condición". Esta gente, según Mas, está dispuesta a decir "basta" y apostar por un proyecto que, si bien "genera dudas" porque es nuevo, también despierta "ilusiones y esperanzas".
Son, en su opinión, "las clases medias catalanas las que están haciendo este cambio de registro mental", a lo que hay que sumar la "adhesión masiva de la gente joven", que ve "natural" este proceso.
Mas ha emplazado a la ciudadanía catalana a no arrugarse ante los obstáculos que vayan surgiendo, a creerse de verdad la meta marcada y a demostrar "un poco de carácter colectivo": "Si ven que nos espantamos, nos tomarán la medida y no nos irá bien".
Para tranquilizar a quienes sigan albergando temores, ha explicado los cinco ingredientes principales de su receta para llevar a buen puerto su ideal soberanista.
Asegurar que el proceso se sustenta sobre "grandes mayorías sociales" -que no sean un mero "soufflé" que se deshincha con el paso del tiempo-, respetar siempre "los marcos legales que se vayan estableciendo" -teniendo en cuenta que se pueden ir modificando-, mantener un "tono absolutamente positivo" -sin caer en "broncas ni provocaciones"- y seguir en la UE, son cuatro de sus condiciones.
La quinta es que "cualquier punto trascendente del proceso debe ser avalado con el voto directo de la ciudadanía", lo que en esencia podría implicar que una declaración unilateral de independencia por parte del Parlament estaría descartada para esta legislatura: "Aquí ni tan solo los parlamentos, por ellos mismos, pueden interpretar determinados mandatos", ha enfatizado el 'president'.
Si bien ha reconocido que en Bruselas "de entrada no esperan con los brazos abiertos" a los defensores de una Cataluña independiente, que carecen de "aliados concretos", Mas ha dado por hecho que si el pueblo catalán va quemando etapas llegará un momento en que Europa "no podrá cerrar la puerta" e incluso muchos eurodiputados alzarán la voz si se impide a los catalanes pronunciarse en un referéndum.
Sobre la incidencia de un eventual rescate de la economía española, ha admitido que eso eclipsaría por un tiempo el debate nacionalista, pero a la vez se haría más evidente que el Estado no puede seguir "dejando de lado" a Cataluña, cuya economía es "la que más puede ayudar a que España devuelva las deudas".
El exsecretario general de CDC y hoy moderador del coloquio, el abogado Miquel Roca, ha dicho compartir con Mas su apelación a conducir el proceso desde la "racionalidad" y el tono "constructivo".
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