(Actualizado

El embajador de Venezuela en España, Isaías Rodríguez, que en breve accederá a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo venezolano, no cree que el presunto miembro de ETA Arturo Cubillas Fontán sea extraditado, pero ha apuntado que, en todo caso, se le juzgará y condenará si hay pruebas "contundentes" de que adiestrara a activistas de la banda.

Además, ha negado que la República Bolivariana sea "la retaguardia" de ETA y ha asegurado que no tiene constancia de que en su país se entrene a miembros de la organización terrorista, pero ha apuntado que, si es cierto, se establecerán responsabilidades tras una investigación.

En una entrevista concedida a Radio Euskadi, Rodríguez ha afirmado que su país no tienen "ninguna" sintonía con ETA ni actúa como su "retaguardia", y ha señalado que algunos medios de comunicación han tratado de situarles en "una situación difícil" con el fin de descalificar al Gobierno de Venezuela y "desinformar" sobre sus políticas.

A su juicio, "de alguna manera, se ha tratado de minar las bases" del presidente venezolano, Hugo Chávez. Este sentido, ha apuntado, que no sólo se ha tratado de "acuñar alguna frase descalificatoria, sino de desarrollar todo un proceso de desgaste que pueda dar resultado". "Hasta ahora, no ha tenido resultado", ha señalado, para recordar que acaban de ganar "exitosamente" las elecciones parlamentarias.

EXTRADICIÓN DE CUBILLAS

En cuanto al hecho de que la Fiscalía de la Audiencia Nacional haya solicitado al juez Eloy Velasco que reclame al Gobierno de Chávez la extradición de Arturo Cubillas Fontán, el presunto miembro de ETA al que se acusa de adiestrar en Venezuela en 2008 a los activista de la banda, Javier Atristain y Juan Carlos Besance, ha señalado que "el procedimiento es el que ha instaurado la Fiscalía General del Estado desde Europa".

Por ello, ha señalado que lo primero que debe hacerse es plantear "una querella de solicitud, como acaba de hacer la Fiscalía General" ante el Estado venezonalo. Esta se remite a través de los canales diplomáticos, que lo llevan al Tribunal Supremo de Justicia Venezolano, en el que "se ventilará como juicio la solicitud de la Fiscalía del Estado europeo y se citará" a Cubillas, que estará asistido de un abogado y dará sus argumentos. "Sobre la base del contradictorio que se plantee allí, el Tribunal decidirá si procede o no la extradición", ha apuntado.

Ante el hecho que se piense que Arturo Cubillas Fontán es "un protegido" del Gobierno, ha manifestado que su abogado es Marino Alvarado, "representante de una ONG muy conocida en Venezuela y América para la defensa de los derechos civiles de los ciudadanos y en Venezuela es un esclarecido dirigente de la oposición".

En esta línea, ha precisado que, "de ahí que habría que pensar que, en el caso Cubillas, pareciera que la oposición venezolana tiene un compromiso de defenderlo. Y, ante esta situación, pienso que alegarían una norma que se encuentra en nuestra Constitución, mediante la cual, los nacionales no deben ser extraditados", ha añadido.

SIN IMPUNIDAD

En su opinión, el hecho de que no se extradite "no quiere decir que habrá impunidad". "En estos casos, cuando no se extradita, lo que ocurre es que, por lo mismos hechos, el Estado venezolano abre una investigación y se le hace un juicio. Y si el juicio tiene pruebas contundentes, con toda seguridad que habría en el Estado venezolano una condena. Simplemente no se extradita, pero el juicio se realiza y se establece la condena", ha resaltado.

Isaías Rodríguez ha dicho que los delitos que se cometan en cualquier lugar del mundo "tienen dos vías: o se extradita para ser juzgado en el lugar que pide la extradición o, probado el delito, el país donde la persona se encuentra, debe abrir una investigación y sancionarlo de acuerdo con sus leyes y con los tipos legales que correspondan".El embajador ha señalado que él confía en la Administración de Justicia española, "hasta el punto de negar posibilidades, no sólo de torturas, sino de violencia o de cualquier irregularidad que plantee un hecho forzoso para sacar una declaración", en referencia al caso de Atristain y Besance.

A su entender, el valor de una confesión "no es pleno" y señala que el Tribunal debe utilizar todas las pruebas existentes "para ubicar exactamente la verdad". "También habría que valorar la confesión para ver si es tal", ha añadido, para intentar ver si "es realmente cierta"."No es que no habría que darle credibilidad, sino la justa, la credibilidad que tiene, y esa responsabilidad le corresponde al juez que, al valorar, va a saber cuánto hay en lo que se admite, y cuánto hay de verdad en la confesión y cuánto no", ha subrayado.

Rodríguez ha asegurado que ellos no tienen "razones para creer que eso sea totalmente cierto". "Cuando digo esto no quiere decir que no pudieran haber ocurrido los hechos allí, simplemente que no tenemos razones porque desconocemos que eso se estuviese haciendo. Estamos investigando si se hizo, y si se hizo, con toda seguridad, va a existir por parte de Venezuela una sanción en función de la investigación y de los hechos que establezcan una responsabilidad para ello", ha apuntado.

Tras asegurar que el Gobierno de Venezuela condena el terrorismo "en todas sus formas y manifestaciones", ha señalado que es una forma de "dar una respuesta incierta, azarosa o una respuesta que tiene mucha aventura, en donde se golpea a inocentes, se mata, se asesina, se destruye y se desaparece a gente que no tiene ninguna responsabilidad en el conflicto"."Nos parece absolutamente irresponsable que, en una guerra o en un conflicto de cualquier naturaleza, se utilicen actos de éstos para matar, desparecer, quitar del paso a personas que no tienen absolutamente la culpa, que son absolutamente inocentes de esta situación", ha indicado.

En este sentido, ha aseverado que, desde Venezuela, se condena "abiertamente, con toda la solemnidad". Tras señalar que los actos de terrorismo no tiene "nobleza", ha precisado que, para el país bolivariano, "cualquier organización que actúe de esa forma, está totalmente fuera de los cánones legales, pero también de los cánones morales". "La guerra tiene, como siempre unas reglas y unas normas, y deben ser siempre respetadas", ha añadido, para precisar que el terrorismo "no es una guerra".

Preguntado por la ausencia de Venezuela en el desfile de las Fuerzas Armadas españolas, ha asegurado que no ha sido algo "deliberado", sino que él estaba ausente y no fue posible que fuera otra persona en su lugar por problemas de trámite. "Estos hechos han sucedido por casualidades", ha concluido.