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El exmiembro de ETA José Luis Urrusolo Sistiaga ha lamentado el dolor causado a las víctimas porque cree que fue una "brutalidad" utilizar la violencia "sin considerar que lo primero es la vida de las personas y sus derechos" y ha señalado que "mucha gente ha vivido cómodamente alrededor de la violencia".

En una entrevista que publica El País, el exdirigente de ETA, que quedó definitivamente en libertad el pasado mes de febrero después de cumplir 19 años de cárcel, ha señalado que la responsabilidad hay que abordarla globalmente porque cree que "muchos" han sido "partícipes de los atentados" y "no sólo los autores materiales" de los mismos.

En este sentido, ha recordado que las víctimas de ETA, además de perder a su familia, sufrieron un vacío social y ha considerado que es necesario "reconocerlo para recuperar una convivencia normal"- "Fue una barbaridad haber utilizado la violencia sin considerar que lo primero es la vida de las personas y sus derechos", ha subrayado.

El exetarra que cree que "para los jóvenes es incomprensible que se mate en nombre de unas ideas". Urrusolo Sistiaga ha explicado que dejó ETA en 1994 "por la imposibilidad de cambiarla" y ha asegurado que "discrepaba de atacar cuarteles para no dañar a las familias".

Preguntado por la izquierda abertzale, Urrusolo ha señalado que deben "decir que ETA desaparezca y hacer una declaración sobre la historia de ETA que sirva como reflexión para el futuro y posibilite que los presos se sitúen en sus coordenadas". Al respecto, ha dicho que echa en falta "una reflexión a fondo sobre el pasado para recomponer la convivencia y que los presos avancen".

El exetarra -acogido a la denominada "vía Nanclares"- abandonó la cárcel de Zaballa, en Álava, el pasado 28 de febrero tras haber redimido pena por estudios y trabajo y después de que el Tribunal Supremo tuviera en cuenta la pena que cumplió en Francia para descontarla de la condena.

Urrusulo Sistiaga, alias "Joseba" y "Langile" y conocido por la Policía como "el hombre de las mil caras" por su facilidad para el camuflaje, fue condenado por varios asesinatos y los secuestros de Diego Prado y Colón de Carvajal y de Emiliano Revilla.