El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón ha procesado al ex ministro de Interior Jorge Fernández Díaz y a su cúpula policial por el presunto espionaje que se llevó a cabo entre julio de 2013 y el mismo mes de 2015 contra el ex tesorero del PP Luis Bárcenas.
El juez ha excluido a la ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal y a su marido, el empresario Ignacio López del Hierro, dando por zanjada la investigación sobre la 'Operación Kitchen'.
Fin de la instrucción
Según han confirmado fuentes jurídicas a Europa Press, el magistrado ha puesto fin así a la instrucción sobre el operativo que, presuntamente, se montó y desarrolló en esos años desde el Ministerio de Interior, con recursos policiales y fondos reservados, para espiar a Bárcenas y su entorno con el propósito de robarles la documentación comprometedora que pudieran tener del PP y sus dirigentes y evitar de esta forma que llegara a la Justicia.
El juez imputó a Cospedal y su marido hace unos meses al considerar que pudieron tener un papel clave en la captación del chófer de Bárcenas, Sergio Ríos, como confidente policial para la operación, que perseguía conseguir material relacionado con la investigación judicial del caso Gürtel.
En el banquillo
El auto de pase a procedimiento abreviado (equivalente al procesamiento) deja a las puertas de juicio a Fernández Díaz y a su ex número dos, el ex secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez; al exdirector adjunto Operativo de la Policía Eugenio Pino, a responsables policiales como José Luis Olivera, Marcelino Martín Blas, o Andrés Gómez Gordo, que fue exasesor de Cospedal; al excomisario José Manuel Villarejo, y a Sergio Ríos Esgueva, entre otros.
Descartada una trama ajena
El magistrado descarta la existencia de una trama política ajena al Ministerio del Interior y cree que los hechos podrían ser constitutivos de los delitos de descubrimiento y revelación de secretos, prevaricación, omisión del deber de perseguir los delitos, cohecho, tráfico de influencia y malversación.
García Castellón ha adoptado esta decisión sin llegar a citar al expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, con quien Villarejo aseguró haberse intercambiado mensajes para tratar los avances de la operación Kitchen.