(Actualizado

La gerente del PSC, Lluïsa Bruguer, ha asegurado hoy ante la juez que su partido ni encargó ni pagó a la agencia de detectives Método 3 para que grabara la conversación que la líder del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, mantuvo en el restaurante La Camarga de Barcelona con una examante de Jordi Pujol Ferrusola.

Según han informado fuentes judiciales, Bruguer, que ha comparecido como imputada durante unos veinte minutos ante la titular del juzgado de instrucción número 14 de Barcelona, que investiga una supuesta trama de espionaje político en Cataluña, ha admitido que el PSC contrató varios servicios de seguridad interna a Método 3, pero ha negado que le encargaran ni que le pagaran por grabar la conversación de La Camarga.

Ante la juez también ha comparecido como imputada la detective y exdirectora de seguridad de Método 3 Elisenda Villena, hermana de la asesora jurídica de los socialistas catalanes Anna Villena, que ha asegurado que no recibió ningún encargo para espiar a Sánchez-Camacho, según las mismas fuentes.

La gerente del PSC ha llegado a los juzgados sin la compañía de ningún responsable del partido, ya que ella misma pidió que ningún dirigente la arropara para evitar montar un espectáculo mediático a las puertas de los juzgados, y ha salido por una puerta trasera, con lo que ha esquivado a los periodistas.

Por orden judicial, la Policía Nacional irrumpió el pasado viernes día 19 en la sede del PSC, en la calle Nicaragua de Barcelona, donde entregaron el auto de imputación a Bruguer y le incautaron el ordenador para buscar pruebas de que el partido encargó la grabación de la conversación entre Alicia Sánchez-Camacho y Victoria Álvarez, examante de Jordi Pujol Ferrusola.

Según las mismas fuentes, Bruguer ha sostenido durante el interrogatorio, a preguntas de la juez y del fiscal, que ella, como gerente, es la responsable de dar el visto bueno a todas las facturas el partido, por lo que ha asegurado que no le consta que haya habido ningún encargo para espiar a Camacho ni que se emitiera ninguna factura vinculada a este hecho concreto.

Durante el interrogatorio, Bruguer ha señalado que su nombramiento como gerente le corresponde a la Ejecutiva del partido y que su responsable político directo es el secretario de organización -actualmente Esteve Terrades-, por lo que cuando en julio de 2010 se grabó la conversación estaba bajo la tutela de José Zaragoza.

Bruguer ha admitido en cualquier caso que el PSC sí que contrató a Método 3 para que llevara a cabo trabajos de seguridad interna en el partido, como ya sostuvo hace meses el propio Zaragoza, después de que varias informaciones periodísticas apuntaron que fue él quien encargó espiar a Camacho, extremo que el exdirigente de los socialistas catalanes siempre ha negado.

La gestora del PSC también ha pedido en el juzgado que le devuelvan lo antes posible el ordenador que le incautó la policía el pasado viernes, ya que lo necesita para poder seguir llevando a cabo sus funciones, como el pago de las nóminas a los trabajadores del partido.

La gestora del PSC ha reconocido además que tiene una relación fluida con la exdirectora de seguridad de Método 3 Elisenda Villena, por su vínculo personal con la asesora jurídica de los socialistas, Anna Villena.

De hecho, según ha explicado Bruguer en su declaración judicial, el PSC optó por encargar los barridos informáticos de seguridad interna a Método 3 porque la propia Villena les recomendó a esta agencia de detectives porque su hermana trabajaba en ella.

Según las mismas fuentes, ante la juez también ha comparecido hoy, de nuevo como imputada, la propia Villena, que ha negado otra vez tener ninguna relación con la grabación de la conversación en La Camarga, incluso cuando el fiscal le ha mostrado varios documentos que obran en el sumario en los que aparecería vinculada a este episodio.

Por su parte, los otros dos imputados que han comparecido hoy ante la juez -una secretaria y el responsable de finanzas de Método 3- se han negado a declarar, según fuentes cercanas al caso.