La imputación de la infanta Cristina en el Caso Nóos coloca a la hija menor del Jefe del Estado en una delicada situación, inédita en la historia reciente de España, y que a partir de ahora deberá afrontar la Casa del Rey. Diecisiete años juntos llevan la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín. Se conocieron en los Juegos Olímpicos de Atlanta y desde entonces siempre han aparentado ser una pareja feliz y modélica. Hasta que saltó el caso Noos. Desde que fijaron su residencia en Estados Unidos sus apariciones publicas empezaron a espaciarse y en los últimos tiempos su aspecto físico delata que no estan pasando sus mejores momentos.
A la luz de la instrucción del caso "Nóos", entre las hipótesis de trabajo manejadas por la Casa Real figuraba la posibilidad de que doña Cristina fuera imputada, después que ya lo hubiera sido su marido, a finales de 2011, y más recientemente el secretario de las infantas, Carlos García Revenga.
Tras prestar declaración Urdangarin en dos ocasiones ante el juez José Castro, el instructor finalmente decidió imponerle una fianza millonaria junto a su exsocio Diego Torres, igualmente imputado, en tanto que para Carlos García Revenga no tomó decisión alguna tras escuchar su testimonio.
Al margen del éxito que tenga el recurso de la Fiscalía a la imputación, en principio el siguiente paso de trascendencia judicial será su declaración en el juzgado de instrucción número 3 de Palma, el próximo 27 de abril, al que doña Cristina podrá acudir acompañada de su abogado.
Habrá que esperar a entonces para saber si el juez, tras interrogar a la Infanta, adopta algún tipo de medida, como ya hizo con su marido, o no lo hace, como ha ocurrido con García-Revenga.
Y si el paso por el juzgado de Urdangarin y los demás convocados por el juez provocó un despliegue sin precedentes de medios de comunicación en los juzgados de Palma, la presencia de doña Cristina no lo será menos, con una previsible gran repercusión mediática.
Este es el panorama que se le presenta a la Casa Real para las próximas semanas, mientras se mantiene la agenda oficial de trabajo del resto de la Familia Real, con excepción de Don Juan Carlos, en fase de recuperación tras su operación de hernia discal del 3 de marzo.
Desde el episodio de la polémica cacería del Rey en Botsuana en abril de 2012, cuando el Monarca sufrió una caída que obligó a operarle de la cadera, la Casa del Rey inició un proceso con el que ha tratado de dar mayor transparencia a su gestión, actividades y presupuestos, con una nueva página web y canal propio en Youtube.
Entre tanto, las reacciones por la instrucción del "caso Nóos", y especialmente por los correos electrónicos de Iñaki Urdangarin difundidos por su exsocio han ido desde las más estrictas críticas políticas hasta decisiones de instituciones, como el Ayuntamiento de Palma, para retirar el nombre de la calle dedicada en esta ciudad a los duques de Palma o pedirle que dejara de usar el título.
De manera oficial, la Casa del Rey ha mantenido durante todo este tiempo una prudente distancia institucional sobre todas las repercusiones del "caso Nóos", a la espera de los pasos que iba dando el juez, aunque también ha tomado sus propias medidas, como retirar a Urdangarin de la relación de perfiles de su página web.
En todo caso, desde la institución se ha insistido en los últimos meses en que nadie de la Casa ni de la Familia Real había presionado o intentado convencer a la Infanta Cristina para que renunciara de algún modo a sus derechos o estatus o incluso a que se divorciara, tal y como apuntaban insistentes rumores recogidos por los medios.
La Casa también consolidó el argumento del llamado "núcleo central" de la Familia Real, compuesto por los Reyes y los Príncipes, de manera que en los actos oficiales de relevancia ellos ocupan los puestos protocolarios, sin las Infantas.
Es algo que se vio por vez primera en el desfile y la posterior recepción del Palacio Real con motivo del la Fiesta Nacional, el pasado 12 de octubre, donde estuvo presente la infanta Elena, pero no en los lugares reservados tradicionalmente para la Familia Real.
La infanta Cristina no ha estado en el último año presente en ningún acto oficial, a diferencia de su hermana, por lo que su imputación no tendrá mayor repercusión en la agenda institucional.