El desafío soberanista y, sobre todo, la figura de Artur Mas preocupa a todos los partidos políticos sin excepción.
Los investigadores de la Guardia Civil y la Fiscalía Anticorrupción analizan la abundante documentación incautada en la sede de Convergència en Barcelona.
Recostruyen, además, papeles de la constructora Teyco hallados tras pasar por una trituradora de papel.
Podrían estar relacionados con el caso del supuesto cobro de comisiones ilegales que se investiga. Artur Mas mantiene su tesis de persecución.
Pero la unión que pregona en campaña se disipa. Esquerra, socio en la aventura soberanista de Mas, le ha pedido a su líder, Oriol Junqueras, que excluya al presidente de la Generalitat de la lista. Ha dicho que pedirá a Mas que demuestre con hechos su compromiso contra la corrupción.
Menos comprensivos se han mostrado dirigentes de otros partidos políticos. Durante su gira hispanoamericana, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha criticado que Convergencia dé "lecciones de patriotismo".
A los catalanes se dirige este domingo el que fue presidente del Gobierno, Felipe González. Ha sido en una carta publicada este domingo en el diario El País. Les pide que "no se dejen arrastrar a una aventura ilegal e irresponsable que pone en peligro la convivencia entre los catalanes y entre estos y los demás españoles". El secretario general del PSC, comparte esta opinión.
También Ciudadanos y Podemos han arremetido contra Mas. Albert Rivera asegura que fomentará una auditoría de las cuentas públicas de la Generalitat para "tirar de la manta y limpiar" la institución.
Mientras que Pablo Iglesias afirma que Artur Mas significa una continuidad de los recortes y de la corrupción en Cataluña.