Unos quince inmigrantes, obligados a bajar de la valla de Melilla tras resistir hora y media
Uno de los 250 subsaharianos que lo han intentado este jueves ha conseguido acceder a Melilla
Los inmigrantes utilizan garfios y anclas caseras para superar la valla
Unos quince inmigrantes que se habían subido a lo alto de la valla tras protagonizar unos 250 subsaharianos este viernes sobre las 07.30 horas una nuevo intento de salto, el sexto en tres días, han sido descendidos después de resistir algo más de una hora y media.
La tentativa ha sido llevada a cabo por unos 250 inmigrantes entre el Barrio Chino y el Aeropuerto, una de las zonas más vigiladas de todo el perímetro fronterizo al ser punto habitual de las avalanchas, y mientras la mayoría fueron rechazados, una quincena consiguió quedarse en la misma valla mientras logró acceder a Melilla.
En la parte exterior de las dos alambradas, los inmigrantes que estaban subidos a seis metros de altura fueron obligados a bajar "por la fuerza" por la policía marroquí, según han podido ser testigos periodistas y fotógrafos, mientras que los que se hallaban en la parte interior fueron "conminados" por la Guardia Civil para que bajaran voluntariamente colocándoles escaleras.
En este último caso todos lo hicieron menos uno, que al descender intentó huir a la carrera en el entrevallado pero no pudo hacerlo porque fue interceptado. De todos ellos se han hecho cargo las Fuerzas Auxiliares marroquíes, conocidas como "majannis", ya que no superaron las vallas, y han sido introducidos en un autobús en la parte marroquí en condición de detenidos.
Antes de las 09.30 horas, ya no quedaba ninguna persona en lo alto de la barra de hierro que corona la valla, con un máximo hora y media de permanencia frente a las siete que resistieron el martes y hasta 16 horas el miércoles.
La Delegación del Gobierno en Melilla ha destacado que "una vez más, la cooperación hispano-marroquí y el dispositivo anti-intrusión desplegado por la Comandancia de la Guardia Civil en Melilla, con el apoyo de los GRS y helicóptero asignados como refuerzo en la vigilancia fronteriza, han logrado frenar un nuevo intento de salto masivo a la valla con Marruecos".
SEXTO SALTO EN 3 DIAS
Este es el sexto intento de saltar la valla que se produce en los últimos tres días. El pasado martes día 12 unos 750 inmigrantes realizaron tres intentos en Melilla. El primero de unos 500 a las 06.05 horas, de los que consiguieron entrar unos 30 rompiendo una puerta del entrevallado.
A las 07.05 horas por otra zona lo intentaron unos 200, de ellos, cincuenta y siete se encaramaron en la valla y finalmente fueron conducidos al CETI. A las 15.30 horas se produjo otro intento de unos cincuenta que fueron rechazados por las fuerzas marroquíes y que no llegaron hasta la valla.
Ayer miércoles se registraron otros dos saltos, un primero de unos 600 subsaharianos que sobre las 4,45 horas de la madrugada intentó un salto masivo a la valla por la zona conocida como Villa Pilar, de los más de 70 quedaron subidos en lo alto pero en este caso fueron devueltos a Marruecos tras quedar subidos un máximo de dieciséis horas.
El segundo sobre las 6,25 horas otro grupo, de unos 30 inmigrantes e igualmente de origen subsahariano, que intentó acceder a Melilla por la zona conocida como Arroyo de Beni-Enzar, próxima a la principal frontera de la ciudad.
En ambos casos sólo se permitió el acceso a cuatro inmigrantes "por presentar traumatismos no graves que han requerido de asistencia sanitaria" en el hospital de Melilla y del que fueron dados de alto a las pocas horas, siendo acogidos en el CETI.
LOS INMIGRANTES UTILIZAN GARFIOS Y ANCLAS CASERAS PARA SUPERAR LA VALLA
Los inmigrantes que intentan acceder a Melilla utilizan garfios y anclas de fabricación caseras, al tiempo que incrustan tornillos en sus zapatos, para poder superar la valla, reforzada desde hace semanas con la malla antitrepa.
La instalación de la citada malla, que impide introducir los dedos al tener unos agujeros de tamaño muy reducido, ha obligado a los inmigrantes a buscar nuevos métodos y estrategias, ha explicado a Efe un portavoz de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) de Melilla.
"La malla antitrepa es algo provisional, porque contra el hambre y la desesperación pocas vallas se pueden poner", afirma este agente de la Guardia Civil, que considera que los inmigrantes siempre buscarán métodos para intentar alcanzar su objetivo de pisar suelo español.
Además, en ocasiones, como ha ocurrido hoy en el último intento de entrada a la ciudad, los subsaharianos prenden fuego a la ropa que llevan, lo que dificulta que puedan ser agarrados de las mismas por los efectivos policiales, tanto en el lado marroquí como en el español.
Esto ha obligado, según la AUGC, a que los miembros de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil que han participado en la contención del último asalto hayan llevado a pie de valla un extintor, ya que uno de los inmigrantes encaramados ha hecho ademán de querer prender su ropa.
Ha sido solamente una medida preventiva, ya que, en esta ocasión, no han mostrado intención de arrojarla contra los agentes, como sí ocurrió el pasado 1 de mayo.
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