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El presidente catalán, Artur Mas, ha insistido en que convocará la consulta soberanista del 9 de noviembre "con plenas garantías democráticas" y ha asegurado que su deseo es agotar la legislatura hasta 2016, "si se puede" y no tener que adelantarlas, tal y como se especula que podría hacer si no se puede celebrar la consulta el 9 de noviembre.

Durante su intervención para abrir el Debate de Política General que inaugura el curso parlamentario catalán y justo cuando hacía alusión a la celebración de la consulta el 9 de noviembre, ha dicho: "A finales de este año llegaremos a la mitad de la legislatura, y si se puede me gustaría acabarla cuando toca, a finales de 2016. Digo si se puede".

Mas ha recalcado que la convocatoria de elecciones anticipadas está sobre todo en sus manos pero no solo en las suyas, y ha lanzado un mensaje al resto de grupos de la Cámara catalana: "Ustedes deben entender que no solo está en mis manos".

El presidente catalán ha añadido que debe poder agotar la legislatura, pero ha apuntado que para que así sea deben cumplirse dos requisitos: que se pueda votar el 9 de noviembre y que esa votación se haga con plenas garantías democráticas.

La convocatoria de unas elecciones anticipadas en Cataluña a las que se trataría de dar un carácter plebiscitario es una de las hipótesis que han sonado con fuerza en los últimos meses, aunque hasta ahora Mas siempre ha dicho que solo está centrado en poder votar el 9 de noviembre.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, afirmó el pasado miércoles que el presidente catalán le había explicado en la reunión que ambos mantuvieron a principios de septiembre en la Generalitat que estudiaría "seriamente" adelantar los comicios si no puede sacar las urnas.

Además, habrá que tener en cuenta la reacción que unas elecciones plebiscitarias podría despertar en el resto de fuerzas favorables a la consulta, ya que hasta ahora tanto ERC como ICV-EUiA y CUP han remarcado que unos comicios no pueden sustituir la consulta del 9 de noviembre.

RUPTURA CON ESPAÑA

En su discurso en el debate de política general en el Parlament, Mas ha lamentado que, ante la situación en Cataluña, el Estado "no haya tomado ni una sola iniciativa política, solo decir que no a todo", así como "dar miedo" y "utilizar las leyes como muro de contención"

Mas ha afirmado que no hay un "choque de trenes", sino que "Cataluña y el Estado ya van por vías diferentes y en direcciones diferentes. En el fondo, no hay choque de trenes, hay alejamiento de trenes", ha añadido el presidente catalán, quien ha apelado al "consenso" de las fuerzas favorables a la consulta.

En este sentido, Artur Mas ha dichoque el "espíritu de la Transición y el pacto constitucional se han evaporado" y ha acusado al Ejecutivo de llevar a cabo una "operación sistemática y continuada de desmontaje y destrucción del autogobierno".

Mas ha denunciado que se intente convertir a las autonomías "en puras unidades administrativas prestadoras de servicios, sin perfil político y cada vez con menos capacidad de decisión. Y sin esto, no hay posibilidad de construir un proyecto propio de país".

Para Mas, el Estado está ejecutando una "operación de recentralización a gran escala. Esta vez sin disimular".

El presidente catalán ha asegurado que el tramo final de este año 2014 marcará "un antes y un después en la historia de Cataluña", con la "voluntad y determinación" de la Generalitat y de la mayoría del Parlament de convocar una consulta soberanista el 9 de noviembre.

"El debate de política general de este año se celebra en un momento especialmente trascendente y decisivo para nuestro país, su presente y, sobre todo, su futuro. A nadie se le escapa que el tramo final de este 2014 marcará un antes y un después en la historia de Cataluña. Espero y confío plenamente en que sea para bien", ha afirmado el presidente catalán.

NO ES UNA CONSULTA VINCULANTE

El presidente ha recalcado que si convoca la consulta es en cumplimiento del mandato del Parlament que se constituyó fruto de las elecciones catalanes de 2012, y que no responde así "a ninguna manía ni a la locura de unos pocos, y sí a la voluntad de muchos expresada donde tiene más valor: en las urnas".

Además, ha recordado que la consulta del 9 de noviembre no es jurídicamente vinculante porque su carácter es consultivo, aunque sí tendrá "consecuencias políticas, y no pequeñas".

Pero las consecuencias son básicamente políticas, y la tarea de los buenos políticos es soldar la legitimidad con la legalidad", según Mas, que ha añadido que el resultado final de la consulta está en manos de los catalanes que puedan y quieran votar, dejando claro que cada voto vale lo mismo.

"LA PARTIDA HAY QUE JUGARLA"

"La partida hay que jugarla, y no tiene las cartas marcadas. Deciden las urnas; decide la gente", ha sentenciado, tras insistir que votar el 9N con garantías democráticas será bueno para la democracia, para Cataluña, y también para el resto de España y de Europa.

Para él, si España permite votar a los catalanes evidenciará que "entierra la vieja España para redescubrirse tal y como es realmente: plurinacional", y aparecerá como un país de alta calidad democrática, tolerante, capaz de escuchar y de resolver democráticamente lo que, a su juicio, es sobre todo un reto democrático.

"¿Cuántos españoles no querrían un Estado así? Auguro que en estas condiciones la negociación post-9N sería mucha más serena, constructiva y positiva", ha destacado.

ANUNCIA EL FIN DE LOS RECORTES

El presidente de la Generalitat ha asegurado que se han acabado los recortes presupuestarios en Cataluña que se aplicaron por la crisis: "Hemos llegado al final del camino".

"No hay más margen para seguir recortando el gasto, si no se quiere poner en riesgo la calidad" del Estado del Bienestar, ha dicho durante su intervención.

La Generalitat ha reducido su gasto un 20% en cuatro años, lo que equivale a más de 4.000 millones de euros, lo que ha definido como "un esfuerzo titánico y políticamente muy duro y desagradecido".

La decisión "más dolorosa" que ha tomado ha sido la supresión de una de las dos pagas extras a los empleados públicos, que el Govern prevé recuperar el próximo año.

PETICIONES AL GOBIERNO

Mas considera "arbitrario e injusto" el objetivo de déficit que impone a las autonomías el Gobierno central, y ha lamentado que siga sin pagar las deudas pendientes que tiene con la Generalitat desde hace años y que no haya revisado el modelo de financiación autonómica, algo que debería haberse hecho este año.

Pese a estas "condiciones durísimas, incluso inhóspitas", Cataluña empieza a salir de la crisis, por lo que ha instado a los ciudadanos a poner en valor el esfuerzo que se ha hecho.

MENOS ESTRUCTURA

Entre las decisiones que ha tomado están la reducción de la estructura política de la Generalitat: un 17% menos de altos cargos, un 35% menos de personal de confianza y eventual, y un 29% menos de empresas y organismos públicos que en 2010.

Además, se han mantenido los impuestos en "tipos altos" y se han introducido nuevos, y se han priorizado las inversiones urgentes e imprescindibles.

El Govern también ha logrado "rentabilizar el patrimonio de la Generalitat para obtener ingresos que evitasen nuevos recuerdos".