El rey Juan Carlos ha impuesto hoy la condecoración Laureada de San Fernando al Regimiento Alcántara, que protagonizó un episodio heroico de la historia militar española, pues protegió en 2921 el repliegue de las tropas españolas del "Desastre del Annual", a costa de quedar prácticamente aniquilado.
El acto castrense de imposición de la máxima condecoración militar otorgada en España se ha celebrado en el Patio de la Armería del Palacio Real, con asistencia de la reina Sofía, los príncipes de Asturias y la infanta Elena, así como de representantes de las altas instituciones del Estado y de varios miembros del Gobierno.
A lo largo de la explanada ha formado en su integridad la tropa del Regimiento de Caballería Acorazado Alcántara número 10, heredero del histórico regimiento de Cazadores del mismo nombre, junto a unidades a pie y a caballo de la Guardia Real y de la Guardia Civil.
Frente a ellos, y tras el estrado donde se han situado los reyes, numerosos invitados repartidos en dos amplias tribunas han seguido la ceremonia, entre ellos descendientes de aquellos "héroes del Annual" cuyas muertes ahorraron muchas vidas a las tropas que se replegaban ante el acoso de los rebeldes rifeños de Abdelkrim.
Con gran vistosidad ha discurrido el acto, que además de la imposición de la correspondiente corbata en el estandarte del regimiento a manos del Jefe del Estado, ha incluido un homenaje a los que dieron su vida por España y unas palabras del jefe del regimiento Alcántara, el coronel Juan L. Sanz y Calabria.
En su discurso, además de evocar el valor y la capacidad de sacrificio que demostraron los soldados del histórico Regimiento de Cazadores, ha subrayado que aquellos soldados libraron "de una muerte segura y cruel a sus compañeros de armas en retirada", una retirada que además ellos "no entendían".
La Laureada Colectiva de San Fernando supone la constatación, según sus palabras, de que "España siempre reconoce a sus héroes".
Los hechos reconocidos hoy con este homenaje militar, ocurrieron entre el 22 de julio y el 9 de agosto de 1921, cuando el Regimiento Alcántara protegió el repliegue de las tropas españoles desde sus posiciones en el monte Annual hasta el monte Arruit.
De la dimensión de la acción da idea el hecho de que de los casi 700 hombres que formaban el regimiento sólo sobrevivieron el teniente Coronel Primo de Rivera -que luego recibió una Laureada individual-, dos comandantes, varios oficiales y sólo 70 de tropa.
Una vez recibida la corbata que acredita la condecoración y tras interpretar el himno del regimiento, los reyes, junto al resto de la familia real, las autoridades asistentes y los invitados han presenciado un desfile por la calle Bailén.
La Guardia Real, con unidades a caballo, la Guardia Civil y el propio Regimiento Alcántara, que tiene su sede en Melilla, han desfilado frente a la fachada del Palacio Real, aportando gran colorido a la conclusión del acto, al que el protocolo ha dotado de gran solemnidad.
Han acudido al Patio de la Armería los presidentes del Congreso y el Senado, Jesús Posada y Pío García Escudero; los ministros de Defensa, Pedro Morenés; Exteriores, José Manuel García Margallo; Interior, Jorge Fernández Díaz, y Agricultura, Miguel Arias Cañete. También han estado presentes los presidentes del Tribunal Constitucional, Pascual Sala y del Consejo General del Poder Judicial, Gonzalo Moliner.
A todos se les ha podido ver charlar distendidamente en los preparativos de la ceremonia y en sus "tiempos muertos", unas conversaciones en las que también ha participado la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes.