"Nosotros seríamos un Estado miembro de la UE" aseguraba Junqueras. "No, porque parten de una premisa falsa y a partir de ahí todas las tesis son erróneas" le replicó Margallo. La salida de la Unión Europea fue el centro del debate entre el ministro de Asuntos Exteriores y el líder de Esquerra.
La clave, para García-Margallo: "Cataluña quedaría fuera por autoexclusión". "Quien se excluye es Cataluña, quien se va de casa es Cataluña" asegura Margallo. Pero Junqueras lo niega e insiste: "Se mantendría también la nacionalidad española". Y continuaba: "Está garantizada nuestra continuidad como ciudadanos europeos puesto que ya lo somos".
A pesar de los continuos ejemplos del ministro: "¿Usted cree que los ucranianos conservan la nacionalidad?, ¿los georgianos?, ¿los bálticos?". De profecías apocalípticas hablaba el número cinco de Junts pel Sí: "Que manía de hablar de siniestros, de rupturas, de incumplimientos… Mientras que Margallo advertía: "En una Cataluña independiente habría un 37% de paro. Si usted se quiere tirar de un puente yo tengo la obligación como amigo de decirte, no Oriol".
Un debate en el que el representante del PP, dice Ciudadanos, no era el más adecuado. "Un ministro de Asuntos Exteriores no sé si es el mejor cargo para hacer un debate dentro de España" asegura Inés Arrimadas.
Para el Partido Socialista fue un debate cojo: "Es un debate en el que falta la tercera gran opción, la que va a tener futuro" afirma Antonio Hernando.
Pero dicen los populares, quedaron las claras las contradicciones de los que quieren la independencia: "Esto de querer destruir España, pero a la vez seguir siendo españoles es complicado", afirma Rafael Hernando, portavoz del PP en el Congreso. Porque Hernando insiste: "La independencia conlleva consecuencias jurídicas y económicas".