Comisiones Obreras y UGT negaron este miércoles tajantemente la posibilidad de alcanzar un acuerdo económico global con el Gobierno a cambio de alargar la vida de las centrales nucleares y retrasar el cierre de la de Garoña, e insistieron en que siguen rechazando el retraso de la jubilación a los 67 años.
En declaraciones a Efe, el secretario de Comunicación de CCOO, Fernando Lezcano, así como fuentes de UGT, subrayaron que la propuesta de retrasar el cierre de Garoña a cambio de un pacto global "no tiene el más mínimo fundamento".
Lezcano incluso aseguró que cuando se ha hablado en las conversaciones tripartitas de ampliar las negociaciones sobre pensiones a cuestiones como la industria o la energía no se ha entrado en detalles "y mucho menos" sobre el futuro de las centrales nucleares.
"Si dijimos que no estamos dispuestos a cambiar cromos" en la negociación de las pensiones, en alusión a la posibilidad de un acuerdo a cambio de poner más requisitos al despido colectivo por pérdidas económicas que incluye la reforma laboral, "mucho menos lo estamos en esta ocasión".
El portavoz de CCOO insistió en que la negociación de las pensiones tiene entidad por sí misma y para los sindicatos "no es objeto de cambalaches", una afirmación que suscribe UGT según fuentes de este sindicato.
Ambas centrales negaron que hayan cedido en la cuestión del retraso de la jubilación a los 67 años, sobre la que precisamente hoy han convocado concentraciones en las sedes de la Seguridad Social de toda España.
Lezcano advirtió de que los sindicatos empezarán mañana a hablar "con más transparencia" sobre las negociaciones, que han mantenido con discreción e incluso secretismo en los últimos días, porque, aseguró, empiezan a estar "hartos".
Los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y UGT, Cándido Méndez, participan mañana en una asamblea conjunta de delegados de Cataluña de los dos sindicatos en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y el viernes harán lo propio con delegados de Andalucía en otro acto en Sevilla
EL GOBIERNO DISPUESTO A RETRASAR EL CIERRE DE GAROÑA A CAMBIO DE UN PACTO GLOBAL
El Gobierno se había mostrado dispuesto a retrasar el cierre de la central nuclear de Garoña, como han solicitado los sindicatos para mantener puestos de trabajo, a cambio de un pacto global en pensiones y reforma laboral, según han avanzado fuentes del Ejecutivo, que veían cerca un principio de acuerdo.
Según estas fuentes, sindicatos y empresarios están reunidos de nuevo en el Ministerio de Trabajo para intentar cerrar ese principio de acuerdo, en el que la jubilación a los 67 años que propone el Gobierno ya no sería un problema para UGT y CCOO.
El punto clave de la negociación, han apuntado las fuentes, son los requisitos que deberían cumplir los trabajadores para jubilarse con la pensión a los 65 años; el Gobierno ha propuesto 41 años cotizados y los sindicatos piden rebajar esa cifra.
En la negociación global que se ha puesto en marcha para intentar cerrar un pacto social, los representantes de los trabajadores han planteado la posibilidad de prorrogar la vida útil de las nucleares como una vía para evitar la desaparición de puestos de trabajo.
El primer cierre previsto sería el de la planta de Garoña (en 2013) y, aunque el ministro de Industria, Miguel Sebastián, ha opinado esta mañana que esa decisión era firme, el Gobierno está dispuesto a ceder y revisarlo si los agentes sociales aceptan un "paquete global".
El Ejecutivo aspira a que ese acuerdo de conjunto, además de la reforma del sistema de las pensiones y el desarrollo de la reforma laboral, incluya también la política energética e industrial.
Según las fuentes del Ejecutivo, de la central burgalesa de Garoña dependen alrededor de 1.800 puestos de trabajo.
El desarrollo de la reforma laboral es otro de los asuntos que se encuentra sobre la mesa de negociación con los agentes sociales, donde se estudia una nueva modalidad de contratación parcial que, han añadido las fuentes, podría acercar a las partes.
Si se alcanzara hoy un principio de acuerdo, sindicatos y empresarios continuarían las conversaciones de forma bilateral para intentar cerrar otras reformas en marcha, como la de la negociación colectiva.
De no llegar a un pacto, han insistido las fuentes, el Gobierno mantiene su decisión de aprobar la reforma de las pensiones el 28 de enero y de decidir unilateralmente sobre la negociación colectiva a finales de marzo.
Mientras, continúan los contactos con los grupos parlamentarios. El ex ministro Jesús Caldera, que acaba de ser nombrado por el Gobierno mediador en las negociaciones con las fuerzas parlamentarias para la reforma del sistema de pensiones, se ha mostrado hoy esperanzado respecto a la posibilidad de conseguir un "gran consenso" en el Parlamento que incluya al PP.
Según han apuntado las fuentes del Ejecutivo, fue el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien decidió que Caldera se ocupara de esta negociación con el fin de explicar con claridad la reforma planteada.
EL PP PIDE A ZAPATERO QUE ACLATE SU OPINION SOBRE LAS NUCLEARES
Por su parte, la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, ha pedido al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que aclare su "opinión única y definitiva" en materia de energía nuclear.
Sáenz de Santamaría ha criticado en rueda de prensa al Ejecutivo porque considera que "si en un asunto ha habido más reformas y contrarreformas por parte del PSOE ha sido en el ámbito energético". En este sentido, el programa electoral socialista prometía el cierre de centrales nucleares españolas. En total, España cuenta con un parque nuclear de ocho instalaciones.
Es más, la portavoz 'popular' destaca que en este ámbito Zapatero ha sido "el más antinuclear" de todo el Gobierno, mientras que el ministro de Industria, Miguel Sebastián, "parecía tener otra posición en este punto".
Además, ha subrayado que el Gobierno ha modificado en dos ocasiones la redacción de la Ley de Economía Sostenible (LES), de forma que finalmente se establece la posibilidad de alargar la vida
útil de las centrales nucleares, en contra de lo que cita el programa electoral socialista.
Finalmente, Sáenz de Santamaría se ha mostrado a la espera de conocer también en qué consistirá el nuevo acuerdo con los sindicatos en materia de pensiones, puesto que podría invalidar la decisión sobre el cierre y desmantelamiento de la central nuclear burgalesa de Garoña para 2012.