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La tarifa eléctrica de último recurso (TUR), a la que están acogidos unos veinte millones de hogares y pymes, subirá una media del 9,8 por ciento a partir del próximo 1 de enero. La propuesta de subida planteada por el Ministerio de Industria ha recibido el visto bueno de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos.

Este porcentaje, en el que coinciden la Comisión Nacional de la Energía (CNE) y las empresas del sector, supondría un encarecimiento del recibo medio mensual de 4,25 euros por usuario, o de 51,1 euros al año.

Se trata de la mayor subida porcentual desde que se inició la liberalización del sector eléctrico en 1997, aunque durante los gobiernos del PP (1996-2004)) los incrementos del recibo de la luz estaban limitados al 2 por ciento, que era el objetivo de inflación marcado por el Banco Central Europeo (BCE).

La TUR, que se revisa trimestralmente, es desde julio de 2009 la única tarifa eléctrica que aprueba el Gobierno.

A ella pueden acogerse los abonados con potencias contratadas iguales o inferiores a los 10 kilovatios (27 millones), que, no obstante, también pueden optar por contratar su suministro en el mercado libre.

La subida de la luz no afectará a los titulares del bono social, que está congelado y del que pueden beneficiarse los usuarios con potencias inferiores a los 3 kilovatios, así como los hogares con todos sus miembros en paro, las familias numerosas y quienes perciban pensiones mínimas.

El Gobierno calcula que pueden acogerse al bono social unos cinco millones de usuarios, aunque actualmente lo disfrutan unos tres millones, según datos de la Comisión Nacional de la Energía (CNE).

La TUR se compone de los peajes eléctricos (55 %), que remuneran los costes regulados del sistema (como transporte, distribución o primas a las renovables), y del coste de la energía (45 %), cuya evolución depende en gran parte del resultado de unas subastas para el suministro a tarifa (CESUR).

Para la revisión de enero, el Ejecutivo ha decido congelar los peajes, mientras que, según el sector, el coste energético se ha disparado un 16 % por la subida de los precios fijados por subasta (entre el 1,8 % y el 4,3 %), el aumento del consumo en las horas más caras por la llegada del invierno (que encarece la energía un 9 %) y el sobrecoste de determinados servicios (3 %).

A todo ello hay que añadirle, según las eléctricas, otro 3 % por el aumento en un 72 % de los pagos por capacidad para hacer frente a los incentivos al consumo de carbón nacional.

Pese al incremento de la TUR, el sector seguirá generando el denominado "déficit de tarifa", que se produce desde hace una década porque los ingresos obtenidos a través del recibo de la luz no cubren todos los costes que soporta el sistema.

En un intento de equilibrar esta diferencia, el Consejo de Ministros aprobó el pasado jueves una serie de medidas entre las que destacan el establecimiento de un peaje por el uso de las redes a las empresas generadoras de 0,5 euros por megavatio hora y el recorte en un 30 % de las horas con derecho a prima a las instalaciones fotovoltaicas.

En 2010, la luz subió el 2,64 % en enero y el 4,8 % en octubre, en tanto que en julio el Gobierno pactó con el PP congelar la tarifa para buscar un pacto en materia energética que no se concretó. Además, el IVA aplicable a la tarifa eléctrica pasó del 16 % al 18 %.

Desde que gobierna el PSOE la tarifa eléctrica se ha incrementado anualmente de forma constante, en tanto que para ver la última bajada de la luz hay que remontarse a 2001.

En cuanto a las tarifas de gas, el Gobierno ha fijado en el 3,9% el incremento medio. Este porcentaje queda desglosado a razón de un 4,14% para los consumidores de T1, sin calefacción, y del 3,87% para los de la T2, con mayor consumo.

Estas subidas suponen un incremento medio de 3,2 euros al mes para un consumidor medio de electricidad, o de 38,4 euros al año, mientras que, en el caso del gas, el incremento para la T1 es de 0,56 euros al mes y, para los de la T2, de 1,66 euros al mes.