El yerno de Elosua avala la tesis de la Fiscalía sobre la hora del chivatazo
El yerno de Joseba Elosua, el dueño del bar Faisán de Irún donde se produjo el "chivatazo" a ETA sobre una operación contra su red de extorsión, ha dado hoy una versión de los hechos que avala la tesis del fiscal sobre la hora en que se produjo el soplo y contradice la de las defensas de los policías imputados.
Así lo han informado fuentes jurídicas después de que José Carmelo Luquin, con quien el 4 de mayo de 2006 Elosua mantuvo una conversación en la que éste le dijo que alguien acababa de revelarle que la Policía le seguía, haya declarado como testigo durante quince minutos ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz.
Estas fuentes han explicado que el yerno del dueño del bar Faisán ha explicado al magistrado que su suegro acudió "corriendo" esa mañana a la perfumería de su hija, donde él trabaja, "diciendo que le habían puesto un teléfono".
Luquin siguió trabajando en el local, hasta que lo cerró a las 12:30 horas, momento en el que fue al bar Faisán, donde encontró a su suegro "muy nervioso", por lo que le ofreció trasladarle a Francia, donde el primero había decidido ir para contactar con la banda desde un teléfono público.
Según la tesis de la Fiscalía, el soplo a Elosua se produjo a las 11:23 horas y fue el inspector de la Brigada de Información de Álava José María Ballesteros quien entregó al dueño del bar el teléfono móvil desde el que recibió el soplo, cuya autoría atribuye al exjefe superior de Policía del País Vasco, Enrique Pamiés, en consenso con el exdirector general de la Policía Víctor García Hidalgo.
Las defensas de éstos sostienen, por el contrario, que el chivatazo no se produjo hasta las 12:26 horas y que sus responsables serían el comisario Carlos Germán, jefe del equipo policial que investigaba al aparato de extorsión de ETA, y otro miembro del mismo, llamado Enrique.
Sin embargo, otros dos miembros del equipo investigador que también han declarado hoy han asegurado al juez que este último agente no salió en ningún momento de la oficina, por lo que no pudo hacer entrega a Elosua del teléfono móvil.
Mientras tanto, los dos funcionarios de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO) de la Policía que grabaron la conversación entre Elosua y su yerno han dicho al juez que no escucharon su contenido, por lo que éste se conoció posteriormente durante la investigación del soplo.
Estas declaraciones forman parte de las nuevas diligencias ordenadas el pasado día 8 por Ruz en un auto en el que ordenó a la Guardia Civil revisar la investigación hecha por la Policía después de que el pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional revocara el procesamiento de los tres mandos policiales, que siguen imputados.
La sala criticaba en su resolución que, en su investigación, Ruz se hubiera "nutrido de material indiciario aportado exclusivamente" por el equipo policial.
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