Absueltos dos acusados de estafar con pulseras de Maluma a su socio, hijo de Rocío Dúrcal

La Audiencia Provincial de Madrid ha absuelto a dos hombres, padre e hijo, acusados de desviar las ventas en una web de pulseras del cantante Maluma y de estafar su socio, el hijo de la cantante Rocío Dúrcal, ante la "escasa prueba de cargo" y al considerar que "no existió engaño".

El tribunal, en una sentencia a la que ha tenido acceso EFE, no considera acreditado que hubiera una actuación "artificiosa y engañosa" por parte de los acusados, tal y como sostenía la Fiscalía, que pedía tres años de prisión por un delito continuado de estafa y el pago de una multa de 8.250 euros y una indemnización de 153.919 euros.

La Sala considera probado que en 2016 crearon una sociedad en la que los acusados eran socios al 50%, mientras que el denunciante, Antonio Morales, que ostentaba el otro 50%, era el único gerente y administrador.

El objetivo era vender pulseras patrocinadas por el cantante Maluma, ya que uno de los acusados tenía contactos en el mundo de la música y contactó con el representante del cantante. El otro acusado se encargó de poner en marcha la página web a través de la cual se venderían las pulseras.

El contrato con el cantante duró un año y éste promocionó las pulseras a través de Instagram, pero como la venta no iba como esperaban, uno de los acusados le pidió al denunciante que diera un sueldo a su hijo, el otro acusado.

El denunciante aceptó y realizó varias transferencias, aunque se desconoce durante cuánto tiempo hizo estos pagos.

La sentencia considera que "en ningún caso se pudo vislumbrar cierto engaño en la constitución de la sociedad ni de forma inicial para realizar el contrato ni durante el desarrollo y vigencia del mismo".

Tampoco ha quedado probado que los acusados causaran perjuicio económico al denunciante porque no hay documentos que así lo demuestren y él admitió que "no sabe cuánto dinero se llevaron los acusados".

En 2018 uno de los acusados creo la página web a la que se remitiría si alguien quería comprar una pulsera, pero según el tribunal, no se ha probado si funcionaba o estaba en pruebas, y en caso de que funcionara, tampoco ha quedado acreditado que el dinero de las ventas fuera a la cuenta de los acusados.