La primera persona en pensar que se podían dar instrucciones a una máquina para que resolviera problemas y la primera en escribir un programa para que la máquina lo ejecutara fue una mujer: Ada Lovelace. En el siglo XIX.
Augusta Ada Byron Lovelace fue la única hija legítima que tuvo Lord Byron. Nació el 10 de diciembre de 1815 fruto del matrimonio del poeta con Anabella Milbanke. Sus padres se separaron cuando la niña apenas tenía dos meses y nunca volvió a ver a su padre aunque él siguió, en la distancia, la vida de su hija y nunca estuvo de acuerdo con la educación que recibía.
La madre de Ada era una gran aficionada a las matemáticas y la astronomía, algo no muy común en las mujeres de la época, Tras su matrimonio con Byron renegó de todo lo que tuviera que ver con las Letras y Humanidades así que dirigió la educación de su hija hacia las ciencias en un intento de alejarla de todo lo que representaba Byron.
Anabella educó a su hija de una manera muy severa y estricta. Y la niña destacó en matemáticas, disciplina en la que pronto demostró un gran talento natural. Pero los genes de Byron estaban en alguna parte y la niña tenía también una gran imaginación.
La curiosidad, el ansia de conocimiento serían una constante en la vida de Ada que nunca quiso seguir el papel que por ser mujer tenía destinado para ella la rígida sociedad victoriana de la Inglaterra de principios del siglo XIX
Con 19 años Ada se casó con el Conde de Lovelace. Dos años antes, con 17 años tuvo un encuentro que iba a ser muy importante para su vida, conoció a Charles Babbage y trabajó con él para desarrollar la llamada ‘máquina diferencial’ que se considera el primer ordenador de la historia.
Charles Babbage era la cara visible del invento, pero detrás de él estaba Ada y ella fue el genio que adelantó conceptos tan modernos que hoy todavía se utilizan en informática como ‘subrutina’ o ‘bucle’. Incluso se llamó a sí misma ‘analista’ y llegó a teorizar el uso de ‘tarjetas perforadas’.
Ada escribió un conjunto de instrucciones para la máquina que se consideran el primer programa informático de la Historia. Ella se dio cuenta de todo el potencial de las máquinas y de lo que podrían llegar a hacer. Publicó sus escritos pero, en un momento en que la mujer estaba relegada a la casa y los hijos, tuvo que esconder su nombre y firmar únicamente con sus iniciales.
Babbage apreciaba mucho su talento y le dio el sobrenombre de ‘la encantadora de números’ en reconocimiento a su talento para las matemáticas pero la rígida y tradicionalista sociedad de la época no admitía el talento femenino.
Tuvo que avanzar el mundo y llegar al siglo XX para que ADA recibiera el reconocimiento que merece. En el año 1953 sus escritos se reconocieron como una descripción del software de la máquina diferencial. En el año 1991 se construyó en Londres la máquina de Babbage, que él únicamente había teorizado, utilizando sus diseños y sólo material de la época. Y funcionó.
En 1979 el Departamento de Defensa de los Estados Unidos creó un lenguaje de programación al que llamó ADA en su honor.
Ada Byron Lovelace murió de cáncer de útero el 27 de noviembre de 1852 con 36 años