La reapertura de los establecimientos comerciales gracias al levantamiento de las restricciones sanitarias disparó en abril un 13% el número de compras con tarjetas frente al mismo mes de 2019, cuando no existía el Covid-19, aunque se efectuaron transacciones por menores cuantías. Son datos del informe que sobre el consumo efectúa BBVA Research.
El mayor uso del ‘dinero de plástico’ se dio además especialmente en el comercio electrónico y en los sectores que comercializan bienes y servicios de primera necesidad o productos que se consumen en el hogar, pero continúo por debajo de sus umbrales normales antes de la pandemia en aquellas otras actividades que implican desplazamientos.
La extensión del hábito a pagar con tarjetas promovida por el propio virus al desalentar intercambiar billetes y monedas hizo también que el efectivo perdiese aún más terreno durante el mes de abril, ya que apenas un 24% de las transacciones se realizaron en 'cash' frente al 28% que suponían un año antes.
Un efecto directo que constata el estudio de BBVA es que la retirada de efectivo en cajeros automáticos solo fuese superior a las del 2019 en siete provincias. Los mayores avances se localizaron en Ourense, Toledo y Lugo, con un aumento del 3% frente a aquel ejercicio; mientras que Zamora, Soria, Teruel, Almería y León acusaron los mayores descensos, con un 10% menos de visitas al cajero para retirar dinero.
Ahora bien, la recuperación con tarjetas no fue uniforme. Creció un 13% frente al 2019 porque se echó mano de las tarjetas españolas para realizar compras presenciales (+10%) y en operaciones telemáticas (+128%). Los plásticos extranjeros, asociados a la llegada de turistas foráneos, continuaron a la baja.