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Cerca de 10 millones de toneladas de plásticos acaban cada año en los océanos, por lo que la Agencia Espacial Europea (ESA) prueba la detección en órbita de estos desechos para poder elaborar un mapa de sus mayores concentraciones para comprender el tamaño de este problema.

Según informó este martes la ESA, aunque estos plásticos son más evidentes en las costas también se encuentran en el mar abierto, incluso congelados en el hielo polar.

Los microfragmentos resultantes de la degradación gradual por efecto de la intemperie y las olas no solo ponen en peligro a la fauna marina, sino que están entrando en la cadena alimentaria global, con consecuencias imprevisibles a largo plazo tanto para la vida animal como para la salud humana.

En este sentido, Paolo Corradi, de la ESA y supervisor de este proyecto, explicó que "ya se están empleando mediciones realizadas desde el espacio para afrontar el problema de los desechos plásticos marinos. Por ejemplo, con los mapas satelitales de las corrientes oceánicas podemos simular la acumulación de desechos en grandes torbellinos en los océanos Pacífico, Atlántico e Índico".

"Lo que estamos haciendo con este nuevo proyecto es evaluar la viabilidad de medir ópticamente vía satélite los desechos plásticos marinos. Puede parecer una misión imposible, pero tenemos motivos para creer que podría hacerse, al menos a determinadas concentraciones", añadió.

El supervisor del proyecto agregó que "no hablamos de localizar basura flotante, sino de identificar en órbita una firma espectral clara del plástico, igual que el software de procesamiento hoy puede identificar concentraciones de fitoplancton, sedimentos suspendidos y contaminación acuática".