La selección neozelandesa de rugby, más conocidos como los All Blacks han salido al campo luciendo cordones arcoiris en repulsa por la agresión homófoba a Gareth Thomas, el excapitán de la selección de Gales,que sufrió una violenta paliza por ser gay el pasado 18 de noviembre.
Los estadios de Gran Bretaña estaban inundados de banderas de arco iris en una acción destinada a erradicar La homofobia en el deporte.
Los árbitros oficiaron partidos de rugby de primera división en un kit especial diseñado que incorpora rayas arcoiris.
El año pasado, Stonewall aseguró que había distribuido más de 75.000 pares de cordones arco iris como parte de su campaña, con la que llegaron a 12 millones de personas.