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Científicos de la Universidad de Granada (UGR) han descubierto que entre los peces que se capturan en las aguas del norte de Marruecos y que son consumidos muy frecuentemente por la población de este país existe una alta prevalencia de anisakis, el parásito que provoca la anisakiosis, enfermedad que se contrae por la ingestión de pescado crudo o semicrudo.

Los investigadores han analizado por primera vez la prevalencia de anisakis en el norte de Marruecos, un país en el que la exportación pesquera y el consumo de pescado constituyen un importante pilar económico.

De este modo, su trabajo ha revelado que los jureles y estorninos (una especie similar a la caballa) capturados en aguas del norte de Marruecos muestran altas prevalencias de anisakis, aunque estas cifras son bajas en la musculatura. Los científicos eligieron este pescado porque es muy consumido en Marruecos y, además, una parte de la población los ingiere crudos, lo que propiciaría la infección con el parásito.

Los resultados obtenidos indican que el consumo de estornino de menor peso sería una buena medida profiláctica frente a la anisakiosis, ya que, cuanto mayor es el peso del pescado, más alta es la probabilidad de que el parásito esté en la musculatura. UN ALTO PORCENTAJE

Los científicos de la Universidad de Granada encontraron anisakis en el 67,9 por ciento de los estorninos capturados en aguas del Atlántico y en el 57 por ciento de la de aguas mediterráneas, una cantidad que en el caso del jurel es del 56,8 por ciento y un 52,8 por ciento, respectivamente.

Además, la identificación genética de las larvas recogidas en los peces y analizadas por la técnica denominada PCR-RPLF indican que la especie dominante de anisakis es A. pegreffii, tanto en las aguas mediterráneas como en las del Atlántico del norte marroquí, mientras que la especie A. simplex s.s. está débilmente representada.

Los científicos han comprobado por primera vez que una población marroquí elegida al azar estaba sensibilizada frente a alérgenos de anisakis, aunque advierten de que "las cifras de seroprevalencia son bajas, incluso en los propios pescadores que constituyen una subpoblación de riesgo".

La autora de este trabajo es Naima Abattouy, del departamento de Parasitología de la Universidad de Granada, en colaboración con los profesores Joaquina Martín Sánchez, Adela Valero López y Josefa Lozano Maldonado.