El buque oceanográfico Ángeles Alvariño | TELEMADRID
(Actualizado

El buque oceanográfico Ángeles Alvariño ha dejado ya aguas canarias y, por tanto, ha cesado las labores de búsqueda de los cuerpos de Tomás Gimeno y su hija Anna, informan fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).

La magistrada titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer Número dos de Santa Cruz de Tenerife, órgano competente para la investigación del caso, ya había tomado la decisión tras conocer el informe del responsable de operaciones del barco que califica de "completamente inabordable" la exploración en la zona en donde hipotéticamente podrían localizarse nuevos resultados.

La Justicia da por imposible hallar los cuerpos de Anna y Tomás Gimeno y autorizará la retirada del buque

Así, tanto la instructora del caso como el responsable de operaciones de la embarcación, coinciden en que es "imposible" continuar con el rastreo ante lo escarpado del terreno submarino y sostienen también que el cuerpo del padre de las niñas se desplazó a una zona fuera de la capacidad de búsqueda.

CRONOLOGÍA DE UNA DESAPARICIÓN

El pasado 27 de abril, Tomás Gimeno tenía que haber devuelto a Anna y Olivia a su madre, Beatriz, pero no lo hizo. Esa noche Tomás habló con Beatriz y le advirtió de que no volvería a ver nunca a las niñas.

La búsqueda se extiende por tierra, mar y aire, pero los investigadores se centran en el mar. El 30 de mayo, la operación se refuerza con llega el buque especializado en rastreo Ángeles Alvariño.

El buque ha trabajado ininterrumpidamente, día y noche. El pasado jueves, 10 de junio, el robot del barco encontró el cuerpo sin vida de Olivia, la mayor de las niñas desaparecidas.

Tres semanas después, el responsable de operaciones califica de "totalmente inabordable" continuar el rastreo. El barco abandona definitivamente la búsqueda.