Así fueron los tres días que horrorizaron a España, 26 años del asesinato de Miguel A. Blanco
El punto de inflexión y el cambio de actitud en la sociedad vasca culminaría con las manifestaciones en las grandes ciudades españolas por la liberación de Miguel Ángel Blanco
Eugenia Marquina
La mañana del 10 de julio de 1997, hace hoy 26 años, comenzaba en España lo que sería uno de los fines de semana más crueles y dolorosos para la sociedad española en su conjunto.
Sin saberlo, el punto de inflexión y el cambio de actitud en la sociedad vasca culminaría con las manifestaciones en las grandes ciudades españolas por la liberación de Miguel Ángel Blanco, que tras la negativa del Gobierno a aceptar la imposible reivindicación de ETA (acercamiento de todos los presos a las cárceles próximas al país vasco), fue asesinado.
Este acontecimiento, unido al previo desmantelamiento del zulo donde el funcionario de prisiones, José Antonio Ortega Lara, estuvo encerrado durante 532 días, desenmascaró la faceta más oscura de ETA, provocando un inmediato y radical cambio en la mentalidad de la sociedad española que sería fundamental para que, años después, ETA pusiera fin a su actividad armada.
La banda terrorista ETA secuestró al concejal popular de la localidad Vizcaína de Ermua, Miguel Ángel Blanco. Un joven de 29 años que, alrededor de las 10:30 de la mañana, cuando bajaba del tren en Eibar para dirigirse a una reunión, fue abordado por 'Amaia' (Irantzu Gallastegui) e introducido a la fuerza en vehículo en cuyo interior esperaban otros dos integrantes del comando Donosti de ETA: Francisco Javier García Gaztelu 'Txapote' y José Luis Geresta Mujika 'Oker' o 'Ttotto'.
Dos horas después del secuestro, el diario Egin recibió un comunicado de ETA en el que informaba sobre el secuestro y exigía el acercamiento y reagrupación de todos los presos de ETA a las cárceles del País Vasco en menos de 48 horas a cambio de la liberación del joven. El ultimátum expiraba a las 16:00h del sábado 12 de julio.
Ante la negativa del Gobierno a aceptar la imposible reivindicación de la banda, comenzó a las 18:00h toda una intensa operación policial a contrarreloj para encontrar el zulo en el que escondían al concejal. A esto le siguió una masiva movilización ciudadana, no solo en la localidad vizcaína y en el País Vasco, sino en todo el territorio español.
El sábado levantaba una España aterrorizada e indignada, a la vez que esperanzada. La noticia del secuestro fue portada en todos los medios y la intensa búsqueda policial continuaba sin descanso. Quedaban menos de 48 horas para que ETA cumpliese con su amenaza.
Partidos políticos firmantes del Pacto de Ajuria Enea se reunieron para analizar la situación y pedir al brazo político de ETA, Herri Batasuna, que dejaran en libertad a Miguel Ángel Blanco.
Concentraciones silenciosas, manifestantes con pancartas con mensajes de ánimo al concejal y lazos azules acaparaban las fachadas de los edificios municipales de Ermua.
A lo largo del día, las manifestaciones se iban extendiendo a todos los puntos de España. A partir de las 20:00h, la Puerta del Sol de Madrid acogió una protesta en la que participaron decenas de miles de personas. El manifiesto final cayó en manos del periodista Iñaki Gabilondo que aseguró: "Miguel Ángel no está solo, ETA sí está sola".
Además, convocaron una gran manifestación en Bilbao para el sábado 12 de julio, horas antes de que se cumpliera el ultimátum.
"Todo el país contra ETA". Esta es la portada con la que 'El País' y otros medios de comunicación abrieron sus periódicos. Toda España unida por la angustia, rabia e indignación, sentimientos que poco a poco se iban sustituyendo por la tristeza y desesperanza.
A las 12:00h de la mañana, alrededor de medio millón de personas participaron en la gran manifestación que se celebró en Bilbao para pedir la liberación de Miguel Ángel Blanco. El presidente del Gobierno, José María Aznar, y buena parte de los ministros acudieron, al igual que representantes de todos los partidos políticos, excepto Herri Batasuna.
A las 16:00h se cumplía el plazo y ETA dio la orden de asesinato. Tal y como se conoció después, los integrantes del comando le trasladaron hasta una pista forestal donde 'Txapote' le disparó dos veces en la cabeza con una pistola del calibre 22, mientras los otros dos integrantes vigilaban.
Poco tiempo después, dos hombres que paseaban con sus perros por la zona encontraron a Miguel Ángel Blanco herido, aunque todavía con vida. Fue trasladado al hospital Nuestra Señora de Aránzazu de San Sebastián, donde ingresó en estado de "extrema gravedad".
Sobre las 19:00h, las protestas se trasladaron a las puertas de las sedes de Herri Batasuna, que tuvieron que ser protegidas por agentes de la Ertzaintza.
A las 4 de la madrugada, tras doce horas de agonía, falleció Miguel Ángel Blanco.
El presidente del Gobierno, José María Aznar, compareció a las 10:30h para pedir a los españoles "que mantengan el espíritu que se ha generado estos días". "No podemos olvidar: ni odio ni venganza, pero nunca el olvido de lo que ha sucedido", añadió.
Los días siguientes, concretamente el 14 de julio a las 20:00h, Madrid, Barcelona y otras ciudades españolas fueron el escenario principal de manifestaciones multitudinarias para pedir el fin de ETA y de la violencia terrorista. Millones de personas con las manos pintadas de blanco, una imagen de unidad que suponía el principio del fin de tres días de terror y más de -en aquel momento- treinta años de violencia terrorista.