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La Asociación Nacional del Rifle (NRA, en inglés) se prepara para comenzar este viernes una convención anual en Houston (Texas) que promete reunir a un número récord de simpatizantes en pleno debate para mejorar el control en adquisición de armas.

Durante tres días, el mayor grupo de presión a favor de la tenencia de armas, celebrará una gran conferencia a la que podrían asistir el número de récord de 80.000 personas, mientras que también se preparan actos de protestas para pedir más controles que eviten matanzas como la del pasado diciembre en Newtown (Connecticut).

Aquella tragedia, en la que Adam Lanza, un joven de 20 años mató con armas de asalto a veinte alumnos de una escuela de primaria, a su madre y otros seis adultos, inicio un debate sobre la necesidad de controles para evitar que personas con problemas psicológicos accedieran armamento.

La NRA se opuso desde un primer momento a las propuestas de la Casa Blanca de prohibir las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad, así como de imponer más estrictos controles mentales y de antecedentes, una medida que a mediados de abril no consiguió la votos suficientes en el Senado pese a que los demócratas cuentan con mayoría.

Tras esta clara derrota de las propuestas del presidente Barack Obama para reducir la violencia de las armas, la NRA, una asociación con 5 millones de miembros, comienza a preparar una convención anual que servirá para que sacar músculo.

En un artículo de opinión la pasada semana en el diario Houston Chronicle, Wayne LaPierre, el presidente de la NRA pidió a los miembros de la asociación mostrar su "orgullo" y dijo que los dueños de armas hacen Estados Unidos más "segura y libre".

Grupos antiviolencia se congregaran también este fin de semana en Houston para actos de protesta como el llamado "Occupy NRA", en el que se leerán los nombres de cada una de las 4.000 víctimas de las armas muertas desde la matanza de Newtown.