Aumentan un 1,5% al año las infecciones por VIH en España en la última década
El número de personas que convive con la enfermedad asciende a más de 130 mil en España
El director de Investigación del Parc Sanitari Sant Joan de Déu afirma que se ha relajado la prevención en las relaciones sexuales
El número de infecciones por VIH en España ha crecido un promedio de un 1,5 % anual en los últimos 10 años, al pasar de los 2.000 nuevos casos en 2005 a los 2.350 de una década más tarde, mientras que el número de personas que vive con la enfermedad asciende a los 130.330.
Según los datos de un estudio global que hoy publica la revista The Lancet, a pesar del incremento de nuevos casos, el número de españoles que muere por VIH/SIDA ha descendido en ese mismo periodo de tiempo al pasar de 1.490 fallecidos en 2005 -cuando se registró el máximo histórico- a los 820 del pasado año.
Este estudio desvela que la cobertura de la terapia con antirretrovirales en España está muy por encima de la media mundial -que se sitúa en el 41 %- y hasta un 66 % de los españoles que padecen la enfermedad están en tratamiento.
Para el director de Investigación del Parc Sanitari Sant Joan de Déu, Josep María Haro Abad, uno de los autores españoles que ha participado en el estudio, uno de los problemas es la "trivialización" de la infección.
"Sabemos que se ha relajado la prevención en las relaciones sexuales con esa falsa confianza en que gracias a los tratamientos se ha conseguido convertir el sida en una enfermedad crónica, algo que no es así", ha afirmado este investigador del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER).
Haro ha señalado que, a pesar de que ha mejorado muchísimo la espectativa de vida, el SIDA sigue siendo una enfermedad mortal con muchísimas comorbilidades.
Además, entre un 25 y un 30 % de las personas infectadas no saben que lo están y, según Haro, ellos son los responsables de más del 50 % de las nuevas infecciones.
No obstante, gracias a las mejoras en el tratamiento, cerca de la mitad de las personas infectadas mueren de otras causas.
"Lo que pasa es que algunas de estas patologías pueden ser secundariamente causadas por el virus, que incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares y de otro tipo", ha alertado.
Confía en que este tipo de investigaciones cambien la perspectiva y aumenten la concienciación sobre la peligrosidad de la enfermedad y que esta tendencia, "aunque sea pequeña", cambie en un futuro próximo.
MÁS DE DOS MILLONES DE NUEVAS INFECCIONES MUNDIALES
La lucha contra el sida en la última década ha dejado resultados contradictorios: mientras el número de muertes se ha reducido en un tercio, la incidencia del virus se mantiene constante a un ritmo de 2,6 millones de nuevas infecciones al año, según la Conferencia Internacional sobre el Sida.
Así lo revela un estudio de la red Global Burden Disease (GBD), presentado hoy en la cumbre que se celebra en Durban (Sudáfrica), que señala que los nuevos casos han bajado un 0,7 % anual entre 2005 y 2015, muy por debajo del 2,7 % registrado en la década anterior.
"Este estudio muestra que el VIH sigue siendo una de las principales amenazas para la salud pública de nuestro tiempo. Más de dos millones de nuevas infecciones anuales representan un fracaso colectivo", explicó el director de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, Peter Piot.
A pesar del esfuerzo global para luchar contra la enfermedad, las cifras se mantienen prácticamente iguales por el incremento de nuevas infecciones en 74 países, entre los cuales destacan Rusia, Egipto, Pakistán, México o Kenia.
"Si esta tendencia excesivamente alta de nuevas infecciones continúa, pondrá en riesgo la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas para acabar con el sida en menos de 15 años", declaró el director del Instituto de Evaluación y Métrica de Salud (IHME, por sus siglas en inglés), Christopher Murray.
"Todo el mundo -incluidos investigadores, políticos, médicos- debe entender que, a pesar de que ahora hay más gente que puede vivir con el VIH, no podremos acabar con el sida sin detener las nuevas infecciones", advirtió Murray.
Los resultados del estudio remarcan la necesidad de redoblar los esfuerzos en la prevención de nuevas infecciones, pues los fondos disponibles para la lucha contra el sida se han estancado desde 2010.
Según otro informe de la red GBD publicado en abril, la financiación de proyectos relacionados con el sida tocó techo en 2013 con un presupuesto de 11.200 millones de dólares (10.124 millones de euros), mientras que en 2015 se redujo ligeramente hasta los 10.800 millones (9.762 millones de euros).
En el lado positivo está la fuerte reducción del número de muertes, gracias sobre todo a un mayor acceso a medicamentos antirretrovirales en los países en vías de desarrollo.
En 2005, 1,8 millones de personas murieron por el sida, mientras que en 2015 el número de fallecidos se redujo a 1,2 millones, un 33,3 % menos, si bien es una tendencia que no se registra en todos los países por igual, señala el informe.
En cuanto a su incidencia por géneros, los expertos señalan que las mujeres suelen morir más jóvenes que los hombres debido a que, por lo general, se infectan antes, ya que también se inician con anterioridad en las relaciones sexuales.
Según la ONU, el 65 % de los nuevos infectados en todo el mundo son menores de sexo femenino y solo en África subsahariana, donde se concentra el 70 % de la población mundial seropositiva, tres de cada cuatro adolescentes infectados son chicas.
La disminución de las muertes, unida al mantenimiento de las nuevas infecciones, ha provocado que el número de personas que conviven con el sida haya alcanzado en 2015 la cifra récord de 39 millones de personas, en comparación con los 28 millones del año 2000.
Del mismo modo, el 41 % de las personas que viven con el virus está siguiendo un tratamiento antirretroviral (TAR) cuando, a principios de siglo, este porcentaje era solo del 2 %.
"Conseguimos mantener viva a la gente por más tiempo y estas cifras deberían dar esperanza a las personas que siguen estos tratamientos", aseguró Haidong Wang, profesor del IHME.
Sin embargo, la tendencia actual todavía está muy lejos del objetivo 90-90-90 establecido por la comunidad internacional para 2020, año en el que el 90 % de las personas infectadas debería conocer su estado, tener acceso al TAR y lograr la supresión viral, es decir, tener una carga viral indetectable.
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