La primera ministra de Australia, Julia Gillard, pidió hoy disculpas por las adopciones forzosas que se realizaron entre las décadas de 1950 y 1970, una práctica mediante la que se presionó a madres solteras para que entregaran a sus bebés en adopción.
"Hoy este Parlamento, en nombre del pueblo australiano, asume la responsabilidad y pide disculpas por las políticas y prácticas que forzaron la separación de las madres de sus bebés, lo que creó un legado de toda una vida de dolor y sufrimiento", dijo Gillard.
Entre sollozos de algunas de las 800 víctimas que acudieron al acto en Camberra, Gillard lamentó que se negara a estas madres información sobre sus derechos para que pudieran tomar una decisión consciente.
"A ustedes les dieron falsas garantías, fueron forzadas a soportar la coerción y brutalidad de unas prácticas deshonestas, sin ética y, en muchos, casos ilegales", aseguró la primera ministra.
150.000 RECIÉN NACIDOS SEPARADOS DE SUS MADRES
Unos 150.000 recién nacidos fueron separados de sus madres solteras por hospitales, agencias de adopción y organizaciones religiosas a causa de una práctica introducida por las autoridades y el puritanismo de una época que estigmatizó a estas mujeres.
Muchas de ellas fueron drogadas, atadas a las camas de hospital y forzadas a firmar los papeles de adopción sin poder ver a sus recién nacidos entregados a otros padres, en muchos casos, sin documentos.
"Estas disculpas se piden de buena fe y con profunda humildad", dijo Gillard que calificó el gesto como un "profundo acto moral de una nación que hurga en su consciencia" y tiene el valor de pedir perdón por la actitud "soberbia" de una sociedad que se jactaba de saber qué era mejor para esas mujeres y sus bebés.
La primera ministra también pidió disculpas a las personas que fueron entregadas en adopción y que sufrieron abusos sexuales en el seno de sus familias adoptivas u orfanatos.
MÁS DE CINCO MILLONES DE DÓLARES A LA ATENCIÓN DE LAS VÍCTIMAS
Gillard anunció que se destinará 5,2 millones de dólares (4 millones de euros) para la atención de víctimas y permitir el acceso a los registros de adopción, además de unos 1,6 millones de dólares (1,2 millones de euros) para una exposición en los Archivos Especiales.
El líder de la oposición conservadora, Tony Abbott, también intervino para disculparse antes de que la moción fuera aprobada por las dos cámaras legislativas, pero ofendió a varios asistentes al acto al utilizar el término "padres biológicos".
"Honramos a los padres biológicos, incluyendo a los padres, que siempre amaron a sus hijos", dijo Abbott que pidió reconocer los esfuerzos de "los padres adoptivos", en medio del abucheo del público.
Poco antes del acto, la directora de la Alianza por las Disculpas, Christine Cole, quien dio en adopción forzosa a su hijo en 1969, dijo que "hoy es un día histórico" para ella y aquellos que han venido trabajando por décadas para que se pidan disculpas a las víctimas.
Las disculpas oficiales se dan después de que una investigación del Senado australiano revelara el año pasado que entre 1951 y 1975 se realizaron más de 150.000 adopciones, aunque se desconoce con exactitud cuántos bebés fueron víctimas de adopciones forzosas.
Este reconocimiento del daño causado a la llamada "Generación Robada Blanca" se da después de que en 2008 el entonces primer ministro, Kevin Rudd, pidiera disculpas a la "Generación Robada" en el que unos 100.000 menores aborígenes fueron separados de sus familias entre 1910 y 1970.