(Actualizado

Barcelona sigue restringiendo el turismo. A las tasas hoteleras, se une ahora una nueva tarifa. Está pensada para quienes pasen un sólo día en la ciudad, sin pernoctar. La cobrarán a los autobuses que se encargan de sus traslados.

Barcelona recibe cada año 30 millones de visitantes y se calcula que 13 millones no pernoctan y a ellos es a quienes se dirige esta nueva tasa turística, a los visitantes de un día, que no obstante recorren la ciudad y sus monumentos. El gravámen se aplicaría a los operadores turísticos y este colectivo está en contra.

Se conoce como la tasa para excursionistas y se aplicaría al visitante por un día. Pero estos visitantes consideran la tasa poco menos que una locura.

Una de las fórmulas es cobrar a los autobuses que transportan grupos y aparcan en la ciudad y se habla de unos 45 euros por autocar. El Ayuntamiento de Barcelona lo justifica por el uso que hacen estos turistas de la ciudad.

El concejal de Turismo de Barcelona, Agustí Colom, quiere que los turistas "contribuyan también a financiar el uso de espacio público y que sea una forma de que los beneficios del turismo retornen hacia la ciudad de Barcelona y a sus ciudadanos".

El equipo de gobierno de Ada Colau defiende que permitirá regular mejor el turismo. La intención es que la tasa de día entre en vigor el año que viene.