'Black Friday', ¿por qué triunfa?
Hace apenas cinco años el comercio español, y no digamos ya los consumidores, ignoraba el Black Friday o Viernes Negro, una jornada de grandes descuentos que da comienzo a la campaña de Navidad en EEUU y que debe su nombre a que, con él, las cuentas del comercio pasan de números rojos a ganancias.
En un momento marcado por la fuerte caída del consumo y de las ventas por la crisis, algunos de los grandes grupos de distribución de España, como El Corte Inglés o Inditex (Zara), comenzaron a importar esta tradición para animar a los usuarios a comprar, coincidiendo, además, con la llegada de operadores estadounidenses, como Amazon.
Ante el éxito cosechado por los grandes, pronto se sumaron a esta corriente el pequeño comercio, las cadenas de hipermercados, concesionarios o firmas de servicios como aerolíneas, cadenas hoteleras o entidades financieras.
A tal punto ha llegado este fenómeno, que el Black Friday, que este año se celebra el 25 de noviembre, se ha convertido ya en España en el pistoletazo de salida de la campaña de Navidad, en sustitución del puente de la Constitución y la Inmaculada, festivos que muchos usaban para adelantar sus compras.
Como ocurre en otros casos, aquí la fiesta se alargará y el comercio prolongará los descuentos durante varios días, la gran mayoría hasta el denominado Cyber Monday o ciberlunes (28 de noviembre), en el que se venden por internet las sobras del Black Friday.
Para la Confederación Española de Comercio (CEC), estos días de compras han calado muy rápido en buena parte del comercio porque han permitido recuperar el efecto llamada que producían las rebajas hasta su liberalización, en julio de 2012.
Hasta entonces, las rebajas sólo se podían hacer durante dos periodos determinados al año y su liberalización ha producido "cierta confusión" en el consumidor, "que ya no sabe en qué momento va a encontrar los mejores descuentos". Por contra, el Viernes Negro limita claramente la duración de los descuentos a unas pocas jornadas, "lo que da seguridad al consumidor y provoca un efecto reclamo".
Para la patronal de la gran distribución, Anged, el Viernes Negro se ha convertido en una jornada clave para el comercio, entre otros motivos porque el consumidor de hoy se mueve en un entorno digital y global y, en consecuencia, es más sensible a fenómenos y tendencias de compra que ocurren en otros países.
"El Black Frida' no es sino una muestra más de cómo el comercio, independientemente de su tamaño, tiene que ser capaz de adaptarse a un entorno flexible e innovador, omnicanal, y en el que el consumidor utiliza indistintamente las posibilidades que le ofrece el 'on' y el 'offline'", explican a Efe desde Anged.
Las promociones de las grandes empresas funcionan muy bien en todas la categorías, pero en especial en las de electrónica, los electrodomésticos, textil, complementos y hogar, que son las que tienen un mayor desarrollo y penetración en las compras por internet.
Según la Asociación Española de la Economía Digital (Adigital), el'Black Friday generará este año compras a través de internet por valor de 1.267 millones de euros, cifra que supone un incremento del 13,12% respecto a 2015 y que representa al 5,3% del volumen total de negocio que moverá este año el comercio electrónico en España.
Según la misma fuente, el 81% de las empresas hará promociones especiales durante el Black Friday, el 17% más que un año antes.
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