El arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal (CEE), Ricardo Blázquez, ha asegurado, en relación con la propuesta del Papa para nombrarle cardenal elector, que tuvo "un haz de sentimientos", en primer lugar de sorpresa, porque no sabía nada, y luego de gratitud al pontífice.
En una rueda de prensa, el presidente de la CEE ha dicho que el anuncio de su nombramiento como cardenal elector lo interpreta como un "signo de confianza" para el futuro y de reconocimiento hacia su pasado.
También ha reflejado un tercer sentimiento, de "estímulo", porque, según ha recalcado, "cuando se otorga toda la confianza uno se siente obligado a responder".
Después de considerar que ser cardenal significa "ser un colaborador especial para lo que vaya pidiendo (el Papa)", se ha alegrado por la diócesis de Valladolid, en la que solamente ha habido tres cardenales en su historia, el último en 1911.