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Brasil se entrega hoy al desenfreno del carnaval y a sus multitudinarias y alocadas fiestas callejeras con millones de personas que desbordan ciudades como Río de Janeiro, Salvador y Recife.

Río de Janeiro es hoy el epicentro del carnaval brasileño con una programación intensiva de 82 comparsas y bandas callejeras que caldean la fiesta las 24 horas del día, mientras las escuelas de samba calientan motores para sus espectaculares desfiles de este domingo y el lunes.

La comparsa más multitudinaria, el Cordão da Bola Preta, congregó a unos 2,2 millones de personas, según la Policía Militarizada, en la avenida Río Branco y las calles adyacentes en el corazón financiero de Río, donde prácticamente era imposible transitar.

Nacida en 1918, Cordão da Bola Preta es la comparsa más antigua y popular de Río, y siempre interpreta temas musicales muy conocidos, como el "Cidade Maravilhosa", que se ha convertido en el himno oficioso de la ciudad brasileña.

Las comparsas callejeras, que cada año congregan a más gente que el anterior, tienen una programación constante desde este viernes y no va a decaer hasta el próximo martes, cuando el carnaval carioca eche el telón.

En Salvador, capital del estado de Bahía (noreste), no hay escuelas de samba como en Río de Janeiro, pero las calles también se llenaron hoy con millones de personas atraídas por los ritmos frenéticos entroncados con la cultura africana y también por la música "axé" más desenfadada.

Esta ciudad compite cada año con Río en número de turistas, y en sus conciertos de hoy cuenta con artistas renombrados como las cantantes Ivete Sangalo, Daniela Mercury y el grupo Chiclete com Banana, uno de los más populares de las fiestas de Bahía.

Estos grupos desfilan sobre tarimas instaladas en camiones equipados con altavoces cuyos sonidos ensordecedores son seguidos en la calle por miles de personas, que pueden optar por disfrutar de la fiesta gratis o en áreas exclusivas separadas de la multitud por cordones, por las que se paga hasta 380 euros por noche.

Recife, la capital del estado de Pernambuco (noreste), fue hoy también escenario de otra de las mayores fiestas de carnaval brasileño, donde este sábado varios millones de personas abarrotaron los barrios históricos de la ciudad en el desfile del Galo da Madrugada, que comenzó a las nueve de la mañana y pretende extenderse hasta la noche.

El Galo da Madrugada, que presume de ser la mayor comparsa de carnaval del mundo, este año salió a las calles con 25 camiones equipados con potentes altavoces con música a todo volumen para animar la fiesta.

La música más tradicional del carnaval de Recife es el "frevo", un ritmo rápido que se suele bailar con un pequeño paraguas multicolor en la mano.

El desfile, que como cada año estuvo encabezado por un colorido gallo de 26 metros de altura, contó también con enormes muñecos típicos de la región con los que se homenajeó al fallecido cantante de forró Luiz Gonzaga, del que se cumple ahora el centenario de su nacimiento.

En Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, el carnaval carece de la enorme participación popular y callejera de estas otras ciudades, y la fiesta se concentra en los desfiles de las escuelas de samba que, cada año que pasa, se aproximan más a la espectacularidad de los de Río de Janeiro, donde nació la tradición.

La primera jornada paulista de desfiles comenzó el viernes y terminó hoy con la salida del sol, y esta noche se celebrará la segunda y última sesión, con siete escuelas de samba.

Las mayores aglomeraciones en Sao Paulo se registraron en la carretera que separa la ciudad del litoral, donde se originó hoy un atasco descomunal de 47 kilómetros en los 60 de extensión de la vía que termina en las playas de la ciudad de Santos.