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La Guardia Civil, en el marco de la operación ‘Rantai-Denove’, ha desarticulado un grupo criminal especializado en robos con fuerza en estancos, bares y restaurantes de las provincias de Toledo, Ciudad Real, Cuenca, Madrid y Cáceres.

Para llevar a cabo los asaltos, los doce detenidos utilizaban herramientas pesadas para la rotura o forzamiento de las rejas, puertas y ventanas, así como vehículos sustraídos de alta gama para desplazarse y que, en algunos casos, han utilizado para embestir a las fuerzas policiales o víctimas que acudieron al lugar de los hechos.

La operación se inició tras dos robos en estancos de Polán y La Puebla de Montalbán (Toledo) y un robo con fuerza en una droguería de la localidad toledana de Pantoja. Los cuatro individuos implicados lograron sustraer dinero y diferentes efectos por valor de más de 30.000 euros.

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Los agentes lograron obtener nuevos indicios que los implicaban también en otros robos de empresas toledanas, entre los que destacan un asalto a una empresa cárnica donde sustrajeron productos valorados en más de 100.000 euros.

También, un robo en una óptica donde sustrajeron más de 200 gafas de marcas de lujo valoradas en más de 20.000 euros, utilizando para estos robos vehículos nuevos sustraídos de alta gama.

Mientras se proseguía con la investigación, varios miembros de este grupo criminal cometieron en enero otro robo con violencia e intimidación en una sucursal bancaria del municipio de El Casar de Escalona (Toledo), donde utilizaron armas de fuego cortas con las que intimidaron y coaccionaron a los trabajadores, logrando sustraer un total de 11.128 euros en efectivo.

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CASI UN ROBO POR DÍA

En una primera fase de la operación, los agentes llevaron a cabo siete registros, donde encontraron multitud de efectos que procedían de los hechos delictivos investigados, así como una máquina de impresión con las que fabricaban las matrículas falsas que instalaban en los vehículos sustraídos, dos armas de fuego y plantaciones de marihuana.

Posteriormente, estos individuos, tras ser puestos en libertad, se unieron a otro grupo más especializado y organizado, que disponía de buenas infraestructuras y red de contactos.

Ya con el nuevo grupo, lograron perpetrar más de 40 robos en estancos y establecimientos de hostelería, cometidos prácticamente a diario durante dos meses.

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La explotación de la segunda fase de la operación requirió seis registros, donde se recuperaron gran cantidad de cajetillas de tabaco sustraídas de diferentes estancos, tres vehículos, un rifle de calibre 9 mm sustraído, dos escopetas, una máquina de impresión de matrículas, joyas de gran valor económico, y herramientas utilizadas en los asaltos.

En total se han esclarecido un total de 109 hechos delictivos en la provincia de Toledo y colindantes.