La Policía Nacional, en colaboración con varios países y las autoridades de la UE, ha desarticulado una organización criminal que presuntamente estafó 645 millones de euros mediante la falsa inversión en plantas de cannabis de uso medicinal.
Según informó este sábado la Policía, la operación se ha saldado, hasta el momento, con nueve detenidos en Tenerife, Reino Unido, Alemania, Letonia, Polonia, Italia y República Dominicana.
La red ha sido desmantelada por un equipo conjunto de investigación de agentes españoles con la Policía de Berlín y la Gendarmería de Francia, con la colaboración de Europol y Eurojust, y la participación de agentes de la República Dominicana, EEUU y Reino Unido.
Los arrestados operaban a través de una plataforma de inversión fraudulenta y habrían cometido un delito en masa de estafa con víctimas de, al menos, 35 países. La red realizaba una fuerte inversión en marketing y estaba presente en eventos y ferias cannábicas, al tiempo que lanzaba campañas publicitarias con el objetivo de ofrecer confianza para la captación de clientes.
En la operación se han bloqueado cuentas bancarias por valor de 58.600 euros, 116.300 euros en criptomonedas y 106.000 euros en efectivo, así como 10 bienes inmuebles por valor de 2,6 millones de euros. Asimismo, se han intervenido joyas, obras de arte y vehículos de alta gama, así como material informático y diversa documentación.
A esto hay que añadir el bloqueo al inicio de la investigación de 4,5 millones de euros en una cuenta que la organización tenía en Chipre y cuatro cuentas con 23 BTC valoradas en 1,4 millones de euros.
ESTAFA TIPO 'PONZI'
La red criminal operaba y promocionaba una plataforma de inversión fraudulenta en cannabis medicinal, a través de la cual se habría cometido presuntamente un delito en masa de estafa con víctimas de al menos 35 países diferentes, entre ellos España, Alemania y Francia.
El modelo de negocio que ofrecía esta organización consistía en utilizar el capital transferido de los inversores a los socios cultivadores para financiar el cultivo de plantas de cannabis. Con este sistema prometían a las víctimas beneficios de entre el 70% y el 168% al año, según la especie de cannabis en la que se invirtiera.
Al tratarse de una estafa tipo 'Ponzi', la red necesitaba promocionar la inversión en el producto, por lo que realizó una fuerte inversión en marketing, estando presente en eventos y ferias cannábicas, utilizando campañas publicitarias, con alta presencia en redes sociales. Además, para facilitar la captación de clientes y ofrecerles confianza, la plataforma contaba con una red de oficinas físicas en diferentes ciudades de Europa.