ALa Comunidad Judía en Madrid ha organizado un encuentro interreligioso en la Sinagoga de Madrid, para “denunciar la persecución que sufren a diario los cristianos en Oriente Medio y en países africanos”.
Al acto asistía el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro. Este acto se enmarca dentro del 50 aniversario de la Declaración Nostra Aetate que supuso un giro en la relación entre la Iglesia Católica y las demás confesiones.
Durante su intervención, el presidente de la Comunidad Judía de Madrid, David Hatchwell ha recordado que los judíos y los cristianos compartimos valores troncales por eso tenemos que ayudarnos en los momentos de sufrimiento. Asimismo, ha indicado que el pueblo judío no es indiferente al sufrimiento de otros seres humanos. “Los judíos conocemos el significado de las persecuciones, expulsiones, torturas y muerte y declaramos nuestra solidaridad con la población cristiana y todas las minorías perseguidas”, ha enfatizado.
Por su parte, el arzobispo de Madrid, Monseñor Carlos Osoro Sierra ha destacado la semblanza de su antecesor en el cargo en Valencia, Mons. Marcelino Olaechea, que contribuyó a la salvación de judíos durante la II Guerra Mundial. Monseñor Osoro ha agradecido y valorado también la generosidad de la Comunidad Judía de Madrid que ha abierto sus puertas a los perseguidos y ha elogiado el bellísimo momento de dar las gracias a Dios juntos, cristianos y judíos.
El Gran Rabino Moshé Bendahán ha dirigido una oración por la elevación de las almas de todos los cristianos asesinados en Oriente Medio y Africa, y ha recordado que “el que asesina a un ser humano destruye generaciones enteras, igual que quien salva a un ser humano salva a generaciones enteras”.
Por último, el rabino Yerahmiel Barylka de la Comunidad Judía de Madrid ha asegurado que Occidente no está preocupado por las minorías perseguidas en múltiples países con cuyos dirigentes se firman buenos negocios. “Se sacrifica a los cristianos como antes sucedió con los judíos. El mundo occidental practica la ceguera”, ha lamentado.
El acto de solidaridad con los cristianos perseguidos ha concluido con la lectura de un manifiesto. En este, la Comunidad Judía de Madrid exige “a las más altas instancias políticas de nuestro país y de la Unión Europea que proclamen su absoluto rechazo a la tortura, los malos tratos, las violaciones sistemáticas de mujeres y menores de edad y su entrega en esclavitud”.
Y denuncia “la hipocresía de muchos gobiernos democráticos, que por intereses egoístas, pactan con aquellos gobiernos autoritarios para obtener ventajas económicas y geopolíticas ignorando el crimen organizado, el tráfico de seres humanos, la persecución y la muerte de inocentes”.